El RS24 no era ninguna maravilla; a 72º (residuo Supertec) cuando ya todo el mundo usaba motores a 90º. Pero es que Renault acababa de salir escaldado del uso del RS23 a 110º (sí, aquel motor que ganó en Hungría 2003 y del que Jesús Fraile se empeñaba una y otra vez en decir que era “tan plano como un vídeo” ¡qué tiempos!).
De todas formas, son 800 CV, y siempre merece la pena ver un motor de F1 actuar en el banco de pruebas. Ojo, ganó en Mónaco, así que ha pasado a la historia.
Vía | motorsportblog