Al pensar en un video de un Rolls-Royce nos imaginamos a alguien sentado en las cómodas butacas traseras a velocidad media y disfrutando del paisaje.
¿Pero sirven estos coches para circuito? ¿O por el contrario un coche de 300.000 euros podría quedar humillado por alguna pequeña bestia de una marca generalista? Pues mucho me temo que no.
Sí, pesa 2,5 toneladas y mide 5,8 metros de largo, pero lleva un 6.0 V12 de 453 caballos. No es un superdeportivo, pero mantiene la dignidad sin problemas.
Vía | autoblog.nl
En Motorpasión | Vídeo del Rolls-Royce Drophead Coupé