Si eres un aficionado del mundo de la competición o de sagas de videojuegos como Gran Turismo y compañía, seguro que conoces el mítico circuito de Mount Panorama, en Bathurst, Australia, de 6,2 kilómetros de longitud y compuesto por un sinuoso tramo de montaña, con pronunciadas pendientes, y larguísimas rectas.
Este circuito, conocido sobre todo por los 1.000 kilómetros de Bathurst o las 12 Horas de Bathurst, el sábado por la tarde fue el escenario de un récord por parte de Brabham Automotive, ya que la firma llevó su brutal Brabham BT62 para marcar un tiempazo con el piloto Luke Youlden al volante.
Pero, ¿qué tiene de especial el BT62? Pues, básicamente, se trata de una bestia de fibra de carbono con una avanzada aerodinámica, un motor 5.4 litros V8 atmosférico de 710 CV y, sobre todo, un peso en vacío de 972 kilogramos, que lo convierte en una auténtica animalada en cuanto a relación peso-potencia, con 1,36 kg/CV.
El Brabham Automotive BT62 logró parar el crono en Bathurst en 1 minuto y 58 segundos (1.58,69), colocándose como el coche más rápido del trazado hasta la fecha y superando así récords previos como el que marcó en noviembre el Audi R8 LMS Ultra (sin restricciones) de Christopher Mies, que marcó un tiempo de 1.59,291.
Este tiempo lo convierte en una bestia más rápida que los GT3 que compiten en Mount Panorama (el McLaren 650S GT3 marcó en 2016 un tiempo de 2:01,56), y también que los Fórmula 3 (2.02,67 - Mygale M11-Mercedes-Benz en abril de 2014) o Fórmula 5000, y por supuesto que los turismos o los vehículos históricos que también compiten eventualmente en Bathurst.
No obstante, el récord no oficial del circuito lo sigue teniendo Jenson Button, que en el año 2011 durante una campaña publicitaria pilotó su McLaren MP4-23 de Fórmula 1 en el circuito australiano, marcado un tiempo de 1 minuto y 48 segundos.