Siempre he pensado que llevar tu coche al banco de potencia tiene el mismo problema que las competiciones entre amigos por ver quién bebe más: no son nada beneficiosas.
Este Holden Commodore VX Clubsport R8, un V8 turbo, entregó 1211 caballos, pero fue lo último que hizo antes de morir.
Vía | autoblog.nl