Es muy tentador coger un coche de 420 CV y pisarle a fondo sin control de tracción para hacer unos bonitos trompos. Si lo hacemos fuera de la vía pública, mejor. En este vídeo vemos cómo un Audi R8 se marca unos trompos sobre una pista de nieve fina, de una forma segura y divertida. De refilón puede verse un Audi TT otro Audi rojo haciendo lo propio.
Llama poderosamente la atención como el sistema quattro manda prácticamente todo el par a las ruedas traseras, y que la potencia sin control no sirve de nada: apenas se mueve de su sitio. ¿Soy el único que piensa que el sonido es un poco NASCAR?
Un saludo para Botwalk
Vídeo | Audi Sport Ibérica
En Motorpasión | Lo que puede (pero no debe) hacer un Audi R8