El 26 de abril falleció Bodo Buschmann, un entusiasta de los automóviles que consiguió llevar a la fama internacional un pequeño taller que fundó en el otoño de 1977. Este pequeño taller dejaría pronto de ser famoso no solo en su hogar, en el Valle del Ruhr, Alemania, sino a nivel mundial tras convertir BRABUS en el preparador más grande y más exclusivo del mundo.
De un taller a jugador global
Según un comunicado oficial de la compañía, Buschmann ha fallecido a los 62 años "tras una breve enfermedad". Su hijo, Constantin Buschmann, que estaba a cargo de Marketing y Ventas, tomará las riendas de la empresa "con efecto inmediato".
Nacido un 27 de agosto de 1955, Bodo Buschmann fundó BRABUS GmbH en Bottrop, Alemania, en 1977 cuando todavía estudiaba derecho y administración de empresas. Desde el primer día, la compañía de tuning se dedicó a la personalización exclusiva de los automóviles Mercedes-Benz.
El primer lugar de negocios fue un pequeño taller en la calle de detrás del concesionario de su padre. Rápidamente se quedó pequeño y se trasladó al primer edificio propio de la compañía. Poco a poco, Buschmann consiguió posicionar su negocio y convertirlo en un importante jugador en la industria automotriz.
Superdeportivos exclusivos como el BRABUS 900 Rocket, con una velocidad máxima de más de 370 km/, basado en el Mercedes-Benz CLS original o el Brabus Widestar basado en el Mercedes-Benz G63 AMG, no solo hicieron historia en la industria automotriz, sino que también ganaron repetidamente el honor de ser incluido en el Libro Guinness de los Récords Mundiales.
La división de su departamento de clásicos tampoco tiene desperdicio. Así que gracias por tanto, Buschmann.