La presentación en este salón no es fruto de la casualidad porque Estados Unidos es un buen mercado para los híbridos, para los todocaminos y para su combinación, los SUV híbridos. Nos tocará esperar unos días para ver su estética definitiva y características técnicas, pero viendo las pequeñas motorizaciones no es de extrañar que se trasplante directamente el propulsor del Prius.
Sobre el papel parece claro, el RAV4 120d tiene 124 CV de potencia y un par motor de 310 Nm, mientras que el 1.8 HSD del Prius consigue una potencia máxima combinando los dos motores (gasolina y eléctrico) de 136 CV y un par de 207 Nm desde cero revoluciones gracias al motor eléctrico. Pierde un poco de par máximo pero gana mucho a bajas vueltas, podría ser. ¿Apostamos?