Durante 2010, Toyota tuvo que pagar tres multas millonarias a la NHTSA (organismo responsable de la seguridad vial en Estados Unidos) por no haber avisado en tiempo y forma a las autoridades. Me refiero al caso Pedalgate en cualquiera de sus variantes: pedales atascados, alfombrillas, etc.
Fueron dos multas de 16,4 millones de dólares y otra de 16 millones, en total 48,8 millones de dólares o casi 37 millones de euros al cambio. No fue más que un raspón para las finanzas del gigante japonés, pero acaban de ponerles otra: 17,35 millones de dólares, el máximo legal. Nuevo récord.
El fabricante asume el paquete y no reclamará. Esta vez viene por avisar con retrasos de quejas acumuladas en los Lexus RX 350 y 450h. Marca Premium, multa Premium. El hecho de que Toyota recupere el número 1 mundial es un hecho totalmente al margen, lo digo para el sector conspiranoico. Si la ley es así, el castigo es justo.