He de reconocer que no soy un gran seguidor del mundo de la competición, aunque me gusta. Durante años me enganché a ver las carreras de la Fórmula 1 (con los éxitos de Alonso, como muchos), pero ahora me aburre soberanamente. Los rallies me gustan y son realmente espectaculares, pero tampoco me había entrado el gusanillo... hasta ahora.
A lo largo del año es probable que siga algunas pruebas muy especiales, como las 24 Horas de Nürburgring o las 24 Horas de Le Mans (en este orden), pero poco más. Ya era hora de aficionarse a algo, y creo que ha llegado el momento. Es el efecto de pasar cuatro días en el Rally de Finlandia.
Durante años he presenciado diversas carreras, desde pruebas nacionales como el Trofeo RACE en el Circuito del Jarama o las dos pruebas de resistencia ya citadas (en Alemania y Francia), hasta algún Gran Premio de F1 (como la mítica victoria de Alonso en Valencia en 2012). Me faltaba una disciplina de los más interesante: los rallies.
Por alguna razón que no acabo de entender, nunca le he prestado demasiada atención al mundillo del rally, y eso que tengo amigos bastante aficionados y me enamoran además algunas siluetas clásicas, como los Lancia Delta, Stratos y 037 (sí, siempre me han gustado los Lancia), y sobre todo las máquinas ochenteras del desaparecido Grupo B, por pura brutalidad: desde el mismo Delta S4 hasta el Audi Quattro S1, el Peugeot 205 T16 o el Ford RS200.
También me apasiona ver vídeos de rally, especialmente los de cámara subjetiva u onboard (en los que se aprecia la velocidad, la dificultad, las manos del piloto...), pero lo de seguir el mundial, en absoluto. Hasta hace unos días apenas me sonaban unos cuantos nombres de pilotos punteros actuales.
Un estreno por todo lo alto (literalmente)
Ahora todo ha cambiado. Mi estreno en esto de los rallies es, según los entendidos, el mejor que se puede tener: en una prueba mítica. Hablo del Rally de Finlandia o Rally 1000 Lagos, como se llamaba antes, una cita del mundial conocida por sus rapidísimos tramos de tierra e innumerables saltos, a la que solo los mejores pilotos son capaces de sacarle todo el jugo.
¿Te imaginas rozar los 200 km/h sobre tierra, entre los árboles de un eterno bosque y sin apenas margen de error? Pues a esto es precisamente a lo que se enfrentan los pilotos en Finlandia, un rally que históricamente ha sido casi siempre dominado por los pilotos locales, los locos 'finlandeses voladores', con excepciones como la de nuestro Carlos Sainz, que en 1990 se coronó como el primer piloto no nórdico en ganar en Finlandia.
Te puedes hacer una idea de la cara que se te queda cuando te dicen que te vas unos días al país Suomi con el mejor plan posible: invitado por Toyota para conocer esta prueba de mundial por todo lo alto. Y es literal, porque además de poder ver de cerca más de un salto, vamos a hacer algunos de los traslados entre tramos en helicóptero y tendremos oportunidad de conocer el equipo Toyota desde dentro.
TGR WRT: el equipo de Mäkinen
Para su regreso al Mundial de Rallies Toyota eligió la compañía de Tommi Mäkinen, piloto cuatro veces campeón del mundo de forma consecutiva entre 1996 y 1999, y también cuatro veces ganador en el 1000 Lagos. El encargo de la marca japonesa fue crear un equipo ganador, y Mäkinen ha juntado un trío de ases suomis formado por Jari-Matti Latvala, Juho Hänninen y Esapekka Lappi.
El equipo, formado por unas 80 personas, de las cuales 20 son mecánicos (además de ingenieros, cocineros, responsables de logística, etc...), mueve hasta diez camiones cargados de material entre las diferentes pruebas del viejo continente.
¿Y el coche? Pues básicamente, el Toyota Yaris WRC equipa un motor 1.6 litros turboalimentado con más de 380 CV de potencia y 425 Nm de par motor máximo, tracción total, cambio secuencial de seis marchas, suspensión McPherson, dirección hidráulica, y un peso mínimo de 1.190 kilogramos.
La confianza es la clave para ser rápido
Los pilotos finlandeses tienen clara ventaja en casa. Llevan entrenando toda la vida sobre este tipo de terreno, entre bosques y lagos, y saben lo que se hacen. Para los de fuera es mucho más complicado ser rápidos. Según Jari-Matti Latvala, el veterano piloto estrella de Toyota, la clave para la victoria es la confianza en uno mismo.
¿Confianza? Es absolutamente necesaria para mantener el acelerador a fondo unos segundos más que tu contrincante, y eso es precisamente lo que marca las diferencias en los tramos cercanos a Jyväskylä, la sede y cuartel general del Rally de Finlandia, a unas tres horas en coche al norte de la capital, Helsinki.
Según el propio Latvala, los coches WRC de este año son entre 0,2 y 0,5 segundos más rápidos por cada kilómetro, gracias en parte a la nueva aerodinámica, que permite mayores velocidades en curvas rápidas pero también aporta confianza extra al piloto, ya que la trasera va mejor atada al asfalto cuando realmente hace falta.
La joven promesa finlandesa del equipo Toyota y hombre de pocas palabras, Esapekka Lappi, era bastante más directo. ¿La clave en este rally? "Ser el más rápido", nos comentó a los periodistas el jueves antes del comienzo de la especial (Harju), en plena ciudad de Jyväskylä. Y razón no le faltaba, desde luego.
Tierra de lagos... ¡y saltos!
Una vez puestos en marcha de tramo en tramo llaman la atención varias cosas. Lo primero, que no hay más que bosques y lagos hasta el horizonte, en todas direcciones. Finlandia es así. Pero es que, además, la afición de esta gente a los rallies es impresionante.
Después de ver todos y cada uno de los tramos repletos de familias y amantes de los rallies, mi respeto por esta gente es absoluto. Caminatas interminables, barro, lluvia y también cervezas, todo para poder ver pasar a sus héroes a lomos de los sonoros WRC. Cada vez que cualquiera de los pilotos finlandeses atronaba el tramo, el lugar explotaba en gritos y júbilo.
Además, el escenario no podía ser mejor. No hay más que ver algún vídeo subjetivo para darse cuenta de que hay que ser muy valiente para llevar las velocidades que llevan estos pilotos en lugares así. Árboles y más árboles, o saltos de decenas de metros, con el gas a fondo. Y las diferencias se ven claramente a simple vista. Los más rápidos son también los más espectaculares.
Es impresionante el ritmo al que despachan los tramos de tierra, sin titubeos. Vuelos eternos, aterrizajes al límite, derrapadas épicas... Se me ocurren pocas disciplinas tan vistosas (y ruidosas) para el espectador, aunque al mismo tiempo es un deporte seguido por auténticos forofos, porque de otra forma no se entiende su entrega y las horas que dedican para ver una sola pasada de sus ídolos (en cada tramo, se entiende).
El tema de la seguridad ahora se cuida mucho más que antes, y se nota que la gente está más concienciada que antaño. Aún así, todavía puedes estar muy, muy cerca de la acción. Tanto que es habitual llevarte alguna pedrada de vez en cuando, y es que un WRC a todo trapo levanta todo lo que encuentra a su paso, y lo catapulta en cualquier dirección.
Y encima, ¡triunfo!
Para un estreno redondo, además, parece salido a pedir de boca que los pilotos con los que te has sentado y charlado, y el equipo que te ha invitado a conocer el rally, estén batallando por el liderazgo. Y es que Latvala y Lappi están peleando por ser el más rápido en cada tramo, sin importar que Lappi sea un rookie recién llegado de la categoría inferior. ¡Pero menudo rookie!
De hecho, el piloto finlandés está disputando su cuarto rally en la categoría reina -lleva apenas dos meses en WRC-, después de vencer el año pasado con Škoda en WRC2, pero tiene madera de campeón. Es cierto que no lleva el ritmo de Latvala, pero la suerte quiere que un fallo eléctrico de éste el sábado empuje a Lappi a la cabeza, que si bien no está del todo contento por imponerse de esta manera a su jefe de filas, aprovecha la ocasión.
Al final, Lappi vence en el 1000 Lagos, aunque el piloto de Ford M-Sport Elfyn Evans consigue hacerse un hueco entre los dos finlandeses de Toyota, evitando el doblete y relegando a Hänninen al tercer puesto de la clasificación final en Finlandia. "Increíble. Menudo rally. Tengo que dar las gracias al equipo por crear un coche tan rápido en tan poco tiempo. Tengo gran respeto hacia ellos. Vale, en mi rally de casa debía ser fuerte y lo he sido", afirmaba Esapekka Lappi tras conocerse vencedor del Rally de Finlandia 2017.
Un fin de semana muy dulce para Toyota Gazoo Racing WRT, con victorias en 18 de los 25 tramos del rally, un segundo puesto en 13 de ellos y consiguiendo por primera vez meter a dos pilotos en el podio final de Finlandia. Por si fuera poco, en algún tramo Latvala, Lappi y Hänninen hicieron triplete. Un rally casi perfecto, salvo por el problema eléctrico de Latvala el sábado.
Mientras me despido del rally rumbo a Helsinki, pienso en las agallas de estos pilotos pero, sobre todo, de los copilotos. Menudo trabajo. No sólo han de aguantar el tipo y cantar las notas a velocidades de vértigo entre innumerables obstáculos; también tienen que ser estrictos con los horarios y ser un auténtico GPS con piernas, para no perderse en los enlaces. No era consciente de su gran responsabilidad. El trabajo en equipo es, desde luego, fascinante.
Las caras de los mecánicos, ingenieros, jefes de equipo, pilotos y sus familiares y amigos a la llegada de Lappi al servicio tras el último tramo del rally, es el reflejo del trabajo bien hecho. Se respira felicidad en el hospitality de Toyota. Una felicidad que también compartimos los allí presentes, y una experiencia de las que quedan grabadas.
Bonus track: un vídeo para disfrutar
Toda la palabrería está muy bien, pero para hacerse una idea de lo que es vivir de cerca el Rally de Finlandia, nada mejor que poder ver y escuchar los coches en acción. Y menuda acción. Sube el volumen y no te pierdas el siguiente vídeo, que hemos encontrado por casualidad pero es genial.
Vídeo | Youtube
Fotografía | Javier Álvarez y Toyota Gazoo Racing WRT