Land Rover también se apunta al cambio. Tendrán híbridos en su gama en 2013, y dos años después, híbridos enchufables. Por lo visto el primer modelo que tendrá propulsión híbrida en esta marca va a ser el Range Rover Sport, que engordará 110 kg pero mejorará su rendimiento.
Tras él, vendrán los Range Rover y Land Rover Discovery. Como en otras marcas, sería una implantación de un motor eléctrico en la cadena cinemática actual, sin radicales rediseños. Lo que vemos en las imágenes es un prototipo con la carcasa del actual Range Rover, pero saldrá al mercado cuando cambien la gama.
A finales de este año se pondrá en marcha una pequeña flota de híbridos que realizarán distintas pruebas. Ahora bien, ¿gasolina o diesel? Pues bien, en el mercado europeo el gasóleo pega más fuerte, pero en otros mercados quien corta el bacalao es la gasolina, así que parece que investigan ambas vías.
Para 2015 se espera una aplicación híbrida enchufable, es decir, que contará con una pequeña autonomía en modo 100% eléctrico. Más que nada, será una ayuda para lograr cumplir los objetivos de emisiones que impone la Unión Europea. Se habla de una autonomía de 32 km sin utilizar zumo de dinosaurio.
Circulando en modo eléctrico, la velocidad no podrá exceder de 112 km/h, coincide con el límite de las carreteras británicas. Por encima, se tendría que activar el motor térmico, no estaría impedido de ir más deprisa. El balance de emisiones sería de menos de 100 gramos/km de dióxido de carbono (solo eléctrico).
Podemos pensar que 32 km es muy poco, pero basta con que ese uso sea por ciudad como para lograr un ahorro importante de consumo, pero más que nada, de contaminación. En carretera abierta dicha autonomía tiene una utilidad práctica más bien reducida. Como podemos ver, no les afecta para mal estar comandados por Tata.
Vía | Diariomotor > CAR