Tesla ha actualizado sus dos modelos actuales más longevos. Junto con el nuevo Tesla Model S, el Tesla Model X ha experimentado un restyling para revolucionar su interior e incorporar una nueva versión más prestacional a su gama: 1.020 CV de potencia y un 0-100 km/h en 2,6 segundos.
Los cambios en el exterior son ligeros y quedan patentes sobre todo en el frontal gracias a un nuevo parachoques completamente cerrado que le dota de una cara un tanto más imponente.
En el lateral se han incorporado nuevas llantas, que permiten cifrar el coeficiente aerodinámico en 0,25 Cd, según la marca, mientras que en la zaga el difusor se ha rediseñado y queda cercado por una elegante moldura cromada.
Un interior completamente nuevo, con volante rectangular
Pero sin duda el gran atractivo de este lavado de cara reside en el interior, donde encontramos un habitáculo idéntico al del Tesla Model S y en el que los principales cambios son tres: el volante, la pantalla de infoentretrenimiento y la zaga rediseñada.
El volante pasa de ser circular a ser rectangular, como en F1 o en un coche de LMP1, y cuenta con apenas dos ruedecillas de acceso rápido a funciones que hayamos establecido previamente, como en un Model 3.
El resto de funciones, como por ejemplo los intermitentes, parece que se activarán de forma táctil en el volante. En cualquier caso, lo más llamativo es que carece de selector de marchas de dirección, de modo que el coche adivinará hacia dónde queremos ir. Ya tendremos ocasión de probar el coche y analizarlo.
Por su parte, la pantalla central de infoentretenimiento abandona la disposición vertical para presidir el salpicadero en horizontal, aunque mantiene sus 17 pulgadas.
También, al igual que en el nuevo Model S y a diferencia del Model 3, se conserva una segunda pantalla como cuadro de mandos, y en la consola central se ha instalado un punto de carga inalámbrica para el móvil.
En las plazas traseras, resalta la incorporación una nueva pantalla colocada detrás del reposabrazos central, como hacían BMW y Mercedes en los Serie 7 y Clase S hace casi 20 años.
Es de un tamaño más pequeño que la pantalla anterior, pero permite el acceso a la información y al entretenimiento para las plazas traseras. De hecho, los pasajeros de las plazas tarseras también podrán así acceder a Tesla Arcade.
Asimismo, el SUV eléctrico cuenta ahora con tomas USB (en principio, USB-C) para las plazas traseras, así como con sistema de audio mejorado de 960 vatios y 22 altavoces con cancelación activa de ruido.
El Tesla Model X Plaid destroza al Mercedes EQC en aceleración, pese a ser más pesado
En el apartado mecánico y de gama, el Tesla Model X se comercializa en dos versiones -no en tres como el nuevo Tesla Model S-: de Gran Autonomía y Plaid. Esta última sustituye a la Performance y se posiciona como la más prestacional, dotada de tres motores eléctricos.
El Tesla Model X 2021 de Gran Autonomía ofrece 580 km de autonomía, es decir, gana 19 km de vida entre cargas respecto al modelo saliente, pasa de 0 a 100 km/h en 3,9 segundos y alcanza los 250 km/h de velocidad máxima.
De su lado, el Tesla Model X Plaid ofrece 1.020 CV gracias a sus tres propulsores eléctricos, homologa 547 km de autonomía -no ha variado respecto a la antigua versión Performance-, acelera de 0 a 100 km/h en 2,6 segundos y declara una velocidad máxima de 262 km/h.
Unas prestaciones nada desdeñables para un coche que pesa dos toneladas y media (2.455 kg exactamente), similar por ejemplo al Mercedes-Benz EQC (2.425 kg). El SUV eléctrico de la estrella necesita, sin embargo, 5,1 segundos para completar el 0-100 km/h, pese a que es incluso 30 kg más liviano.
Ambas variantes del nuevo Tesla Model X se pueden seleccionar con cinco, seis o siete plazas. Sin embargo, el interior con seis asientos supone un sobrecoste de 6.900 euros y el de siete, de 3.700 euros.
El Tesla Model X Gran Autonomía arranca desde los 99.990 euros, mientras que el Model X Plaid está disponible a partir de 119.990 euros. Las primeras entregas están previstas para septiembre de 2021.
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