Desde octubre de 2014 todos los vehículos Tesla equipan un sistema de radar como parte del hardware necesario para el funcionamiento de su Autopilot, aunque hasta el momento era un sensor secundario, que complementaba la información obtenida por la cámara principal del coche. Ahora, no obstante, el radar toma protagonismo y pasa a ser el sistema principal del piloto automático para crear una imagen real del entorno del vehículo, dejando las cámaras como un apoyo secundario.
A partir de esta actualización 8.0 del software el radar es el sistema primario para el Autopilot, aunque uno de los mayores desafíos de utilizar este tipo de sensor es evitar falsas alarmas. Y es que la forma en que el radar visualiza el mundo es muy particular. Los fotones de esta longitud de onda viajan a través de niebla, polvo, lluvia o nieve sin problema, pero cualquier cosa metálica es como un espejo. El radar puede detectar personas, pero aparecen medio traslúcidas. Por su parte, algo de madera o de plástico pintado es casi tan transparente al radar como el cristal para nosotros.
Cualquier superficie metálica circular amplifica la señal del radar, aumentando su tamaño varias veces. Una lata de refresco en el asfalto puede parecer un objeto peligroso. "Pegar un frenazo es crítico si vas a chocar contra un objeto grande y sólido, pero no si vas a pasar por encima de una mera lata de refresco", afirma Tesla. Todo pasa por tener mejores y más detalladas imágenes digitales, así como más información sobre los objetos.
El segundo aspecto importante del proceso es la combinación de todas esas imágenes de radar, que se toman cada centésima de segundo, para crear una imagen 3D del entorno. Al comparar diferentes imágenes de fotogramas contínuos el vehículo puede saber la velocidad y la trayectoria de otro vehículo u objeto, y determinar si es un peligro real o si hay probabilidades de colisión.
Otro punto importante de esta actualización es el aprendizaje mediante la flota, es decir, el intercambio de información entre todos los modelos Tesla con Autopilot, capaces de reconocer obstáculos y otro tipo de eventos en la carretera e informar sobre ello a la base de datos de Tesla. Sobre todo sirve para identificar como seguros ciertos objetos que puedan parecer peligrosos (como un letrero de autovía que en un cambio de rasante pueda parecer un obstáculo en la vía).
Según la compañía californiana, las mejoras en la detección de objetos -con señales de radar capaces de ir más allá del coche que nos precede- y en la prevención de accidentes permiten que "si un OVNI aterriza en la carretera en condiciones de visibilidad nula, el vehículo aplique los frenos correctamente". Vamos, que si el coche de delante choca contra el OVNI, el Tesla no lo hará porque lo habrá detectado a pesar de tener un obstáculo (el otro coche) entre medias.
En Motorpasión | La información dada por Tesla a sus clientes acerca del uso del Autopilot en el punto de mira de la NHTSA