La escalada de tensión en la guerra arancelaria entre EEUU y China no va a mucho afectar a Tesla: se libra de los impuestos de importación gracias a su producción local en ambos países. No tendrá que subir precios o directamente asumir pérdidas, como sí estarán obligadas otras marcas de coches.
Son buenas noticias para Tesla: China es hoy por hoy su mercado más importante hoy por hoy. Pero a largo plazo la de Elon Musk tiene motivos para preocuparse en este mercado. Tesla aspira a ser una firma de conducción autónoma y en China se enfrenta grandes desafíos con esta tecnología: la República Popular siempre va a favorecer a sus marcas frente a las extranjeras.
Limitaciones por seguridad y cada vez más competencia
Como respuesta a las nuevas tasas de importación de Donald Trump, China ha gravado en un 35 % adicional todos los productos importados desde EEUU. Se aplica desde ayer 10 de abril. Pero a Tesla no le perjudicará mucho. Tampoco en EEUU, donde con tres gigafactorías (California, Nevada y Texas) no tiene que importar coche alguno para vender en su mercado local.
Donde más vende Tesla hoy por hoy, es en China: en 2024 las entregas en la República Popular supusieron el tercio de las totales, con cerca de 657.000 de sus coches eléctricos vendidos del total de 1,79 millones. De los mismos en su mayoría son los Tesla Model 3 y Model Y: ambos se producen adaptados para este mercado en su planta Shanghái. A corto plazo, Tesla puede respirar tranquila. El verdadero problema de la firma americana en China es a la larga.
De marca de coches eléctricos a coches autónomos. Tesla ha dominado durante años el mercado de eléctricos porque apenas tenía competencia en oferta, tecnología, autonomía y rendimiento. Hoy, esto ha cambiado: las marcas chinas han pisado el acelerador y también las occidentales. Eso ha llevado a Musk a buscar un nuevo rumbo para Tesla: dejar de ser una marca de coches eléctricos para ser una firma de inteligencia artificial y de coches autónomos.
Así, con una gama que lleva años estancada, el Tesla Cybercab se señala como el adalid para su futuro. Para ello será fundamental que la nueva versión del Full Self-Driving (FSD) sin supervisión esté lista. Y aún así en EEUU se va a topar con heterogéneas barreras regulatorias, ya que en Texas la normativa es más laxa, pero en California todo lo contrario. Y si nos vamos fuera de sus fronteras, los obstáculos son aún mayores. De hecho en Europa aún no lo ha lanzado el Autopilot FSD, aunque se espera lo haga este año.
Trabas por seguridad. En China, Tesla ha tenido muchos problemas para desplegar el Autopilot FSD. El Gobierno de la República Popular es muy receloso en lo que toca a sistemas de conducción autónoma de firmas extranjeras.
El año pasado Tesla obtuvo una autorización preliminar para ofrecer el Autopilot FSD en los Model 3 y Model Y chinos. Para ello tuvo que asociarse con una firma local, además de comprometerse a mantener en los datos recopilados en servidores chinos en exclusiva. Los sistemas de conducción autónoma exigen un acceso a datos de conducción y eso preocupa a la seguridad nacional china. Hay ciertas zonas e instalaciones en China donde los Tesla tienen prohibido acceder por posible espionaje.
Pero también que no sean lo suficientemente seguros en carretera. Tras la última actualización del Autopilot allí, el sistema parece que está teniendo problemas para interpretar algunas señales de tráfico y marcas viales. Lo que se ha traducido en un aluvión de multas, y usuarios evidentemente descontentos.
¿Podrá competir con el 'Ojo de Dios' de BYD? Pero quizá el mayor problema al que se enfrenta Tesla como marca de conducción autónoma en el país asiático es la competencia de sus marcas. BYD, Nio, Xpeng o Xiaomi no tienen que enfrentarse a estas trabas. Lo que permitirá avanzar a su tecnología más rápidamente. El Autopilot FSD de Tesla sigue siendo un SAE 2 y obliga a llevar las manos en el volante.
BYD es buen ejemplo. El mayor fabricante de China, acaba de lanzar su sistema de conducción autónoma: el "God’s Eye". Para su desarrollo se ha aliado con DeepSeek para incorporar su propio sistema de Inteligencia Artificial. Además se vale de cámaras, sensores y radares LiDAR. Mientras, Tesla por lo ha fiado todo a las cámaras eliminando los sensores.
Además, BYD va a incorporar el "El Ojo de Dios" a todos sus coches, incluyendo los más baratos, como el Seagull, que cuesta menos de 10.000 euros allí (Model 3 arranca en unos 28.400 euros al cambio allí y el Autopilot FSD es siempre un extra). Para ello ha desarrollado tres niveles de este sistema. Y aunque los más avanzados los equiparán sus coches más caros, ya el básico supera al de Tesla en capacidad tecnológica pues dispone de 12 cámaras, radares y sensores de ultrasonido.
Si añadimos que la escalada de tensión entre China y EEUU pude estirar aún más la cuerda, y que el Ejecutivo chino podría poner aún más impedimentos legales para la conducción autónoma de una marca estadounidense, Tesla puede tener graves problemas. Ya no solo para el Autopilot, sino para sus planes de futuro: se ve complicado que pueda vender allí el Cybercab, sin volante ni pedales.
Imágenes | BYD, Tesla