Aunque parezca mentira, cada año se registran unos 30 millones de robos de bicicletas en todo el mundo. Para evitar esta lacra, Yerka pone las cosas difíciles a los amigos de lo ajeno sin necesidad de usar candados o pitones, ni mucho menos de asistir a la consulta del dentista en modo Mr. Bean, cargando con el sillín, el manillar y una rueda, por si las moscas.
Andrés Roi, Cristóbal Cabello y Juan José Monsalve, estudiantes de la Universidad Adolfo Ibáñez, de Chile, han ideado una bicicleta como la que vemos sobre estas líneas, capaz de autotransformarse en un candado abrazafarolas —o árboles, como vemos arriba— en un tiempo de sólo 20 segundos. Con los tubos del cuadro y con el mismo sillín, se forma un conjunto de brazos que dificultan enormemente la labor a los cacos. Lo siguiente ya es ir a por todas y talar el árbol o llevarse la farola.
Por el momento, el proyecto Yerka busca financiación, pero los creadores de esta bici a prueba de ladrones están convencidos de que podrán llevarla a la realidad y comercializarla en 2015 o 2016.
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