La idea de utilizar el hidrógeno para alimentar motores de combustión no es nueva, ni en la calle ni en competición. Toyota trabaja en esta alternativa a los combustibles tradicionales desde hace tiempo, Aston Martin hizo lo mismo hace diez años y ahora se suma la empresa austriaca AVL.
A través de su división de competición AVL Racetech, la compañía de Graz fabricará una mecánica de combustión interna de hidrógeno para utilizar en las carreras. El objetivo es que este propulsor ofrezca un nivel de rendimiento similar al de un bloque de gasolina.
Alternativa a la electrificación
Hace casi una década, Aston Martin se convirtió en la primera marca que dio a una vuelta de cero emisiones al circuito de Nürburgring en competición. Lo hizo con el Aston Martin Rapide S Hybrid Hydrogen, un modelo equipado con un motor V12 de combustión que podía alimentarse indistintamente con gasolina e hidrógeno.
Desde entonces, la idea de utilizar motores de combustión de hidrógeno quedó aparcada, pero Toyota la recuperó de la mano del Corolla con el que participa en las Super Taikyu Series japonesa. Este compacto cuenta con un motor 1.6 de tres cilindros en línea turbo que funciona únicamente con hidrógeno y corre desde hace dos años en la competición nipona.
La experiencia en los circuitos ha sido clave para que Toyota también traslade esta tecnología al Toyota GR Yaris, que se estrenó en una competición europea hace unos meses con el presidente de la marca, Akio Toyoda, a sus mandos.
Pues bien, la firma japonesa ya no está sola porque el fabricante AVL acaba de anunciar que fabricará un motor de combustión de hidrógeno para competición. Lo hará a través de su departamento de carreras, denominado AVL Racetech, y a diferencia de Toyota se atreve a dar cifras de potencia.
Se trata de un motor turbo de 2.0 litros alimentado por hidrógeno y dotado con un sistema de inyección de agua que le permite ofrecer un rendimiento similar al de un bloque equivalente que funcione con gasolina.
AVL asegura que el rendimiento es de unos 150 kW (200 CV) por litro, por lo que debería desarrollar alrededor de 400 CV, una cifra cercana al motor 2.0 gasolina del Mercedes-AMG A 45 S de calle, que se conoce por el código interno M139 y entrega 421 CV.
La compañía señala que, entre otras cosas, logra este rendimiento gracias a la inyección de agua, que mezcla el aire que llega a la admisión con agua para que aumente la presión de sobrealimentación. Además, ese agua sirve para refrigerar la cámara de combustión al evaporarse.
Paul Kapus, uno de los responsables del proyecto, ha dicho: “Alcanzar valores de rendimiento a nivel de competición con un motor de combustión interna de hidrógeno es un desafío técnico increíblemente complejo. Pero nuestro prototipo demuestra que se puede hacer”.
“La tecnología básica de un motor de gasolina y un motor de combustión de hidrógeno es muy similar, en contraste con la tecnología de pila de combustible. Es por eso que nuestro concepto también se adapta muy bien al enfoque económico de las carreras de clientes, ya que las adaptaciones requeridas son muy sencillas”, añade Kapus.
Por su parte, Ellen Lohr, director de la división de competición de AVL, señala: “Somos pioneros en muchos aspectos del automovilismo con AVL Racetech y ahora hemos tomado la decisión de convertirnos también en líderes en el área de los motores de combustión de hidrógeno. Es por eso que estamos construyendo nuestro propio motor de carreras por primera vez en los más de 20 años de historia del departamento de deportes de motor de AVL”.
Para lograr ese objetivo y no perder la carrera frente a Toyota, AVL se ha propuesto tener listo su motor de hidrógeno en cuestión de meses. “Esperamos poder presentar este motor de hidrógeno en la primavera de 2023 y confiamos en que la tecnología de combustión de hidrógeno desempeñará un papel importante para lograr un futuro sin emisiones de carbono en el automovilismo”, puntualiza Lohr.