Waymo, la filial de Alphabet (matriz de Google) dedicada al desarrollo de coches autónomos, ha recaudado 2.250 millones de dólares (2.020 millones de euros) en su primera ronda de financiación externa, lo que se traducirá en un nuevo empujón para seguir investigando la conducción sin conductor.
En un comunicado emitido, la entidad explica que la ronda de financiación estuvo liderada por la firma de capital riesgo de Silicon Valley Silver Lake, junto con Mubadala, el fondo soberando de Abu Dabi, y la Junta de Inversión del Plan de Pensiones de Canadá. Asimismo, Alphabet también insufló capital por un valor sin revelar.
Junto a estas, también aportaron su grano de arena el fabricante de componentes para automóviles Magna, el fondo Andreessen Horowitz y el grupo estadounidense de distribución vehículos de segunda mano AutoNation, que destinó 50 millones de dólares (44,8 millones de euros al cambio actual), según se recoge en el documento publicado en la Comisión Nacional de Mercado de Valores de Estados Unidos.
Se trata de un hecho relevante puesto que es la primera ocasión en la que la división de vehículos robotizados de Alphabet se abre al mercado exterior, lo que implícitamente refleja la predisposición del gigante tecnológico a ceder el control absoluto de su filial a cambio de garantizar su viabilidad económica con un menor esfuerzo.
En este sentido, John Krafcik, CEO de Waymo, aseguró que los planes pasan por "expandir el equipo, sumar inversores financieros y socios estratégicos que aporten décadas de experiencia y apoyen a compañías tecnológicas exitosas a construir productos transformadores. Con esta inyección de capital y visión para los negocios, apoyaremos el despliegue de Waymo Driver en todo el mundo", añadió.
Además, el ejecutivo no ocultó en declaraciones al Financial Times que "siempre ha estado en la hoja de ruta convertirlas -las filiales de Alphabet- en entidades completamente independientes y escindidas".
Los primeros inversores llegan tras más de una década de avances
Cabe recordar que Alphabet lleva más de una década (desde 2009) trabajando en el desarrollo de un sistema de conducción autónoma, y sus avances han sido incesables. En 2016, la división pasó a denominarse Waymo y ya en 2017 lanzó un programa de pruebas reales para los habitantes de Phoenix utilizando 500 unidades del Chrysler Pacifica Hybrid adaptados para las necesidades de conducción autónoma de Waymo.
Más tarde, a finales de 2018, fue un paso más allá y lanzó Waymo One, un servicio de taxis autónomos que se pueden solicitar a través de una app como cualquier servicio de transporte bajo demanda al estilo de Uber o Cabify. Por entonces mantuvo en el interior del coche un conductor humano de seguridad.
No obstante, ese mismo año recibió el primer permiso para probar sus coches autónomos en California sin una persona tras el volante, algo en lo que Waymo ya fue pionera en Chandler (Arziona, Phoenix) un año antes.
Hasta ahora, solo la filial de Alphabet tiene permiso para realizar este tipo de traslados sin conductor, a pesar de que otras compañías como la startup china AutoX, respaldada por el fabricante automovilístico Dongfeng y Alibaba, ya hayan comenzado con los trámites para lograr la pertinente autorización del Departamento de Vehículos Motorizados (DMV) de California.
Además de la firma asiática, actualmente hay más de 60 empresas en suelo norteamericano desarrollando pruebas aún con conductores físicos de vigilancia en el interior de los coches con sistemas avanzados de ayuda a la conducción, muestra de que todavía es una carrera incipiente por lograr ser el referente del sector en un futuro no muy lejano.
Tesla, Uber o General Motors, esta última a través de la compra en 2016 de la startup de San Francisco Cruise Automation, en la que invirtió 1.000 millones de dólares, o la asociación con Lyft para acelerar el desarrollo de esta tecnología, son algunos de los gigantes que presentarán batalla.
Waymo, por su parte, saca pecho a través de Waymo One, al que se refiere como "el primer servicio de transporte público de conducción autónoma del mundo que sirve a miles de clientes en Arizona y ya ha brindado miles de viajes completamente sin conductor a nuestros pasajeros", reza el escrito.
Sin embargo, según informó 'The Information', mientras Waymo casi duplicó su plantilla hasta los 1.500 empleados hace aproximadamente un año, el costo anual de la división se estima en alrededor de 1.000 millones de dólares y el servicio de robo-taxis únicamente revierte ingresos por valor de cientos de miles de dólares al año.
Sea como fuere, la realidad es que Waymo por el momento ha recibido un nuevo chute de aire fresco para potenciar el desarrollo de esta tecnología, incluyendo Waymo Via, orientado a los camiones de transporte de mercancías autónomos.
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