Seguro que el nombre Dyson te suena. No es para menos, pues se trata de una de las empresas de fabricación de aspiradoras domésticas más potentes y avanzadas del mundo. Pues bien, tras su éxito succionando la suciedad con sus vórtices ciclónicos sin filtro (y otras invenciones tecnológicas menos conocidas), la firma británica se va a pasar a las cuatro ruedas.
Ha sido la propia Dyson quien ha confirmado la noticia, revelando algunos detalles de un proyecto que casi era un secreto a voces. Se tratará de un coche 100% eléctrico que entrará en producción en Gran Bretaña para el año 2020, ya está en proceso de desarrollo y cuenta con el apoyo del gobierno de las islas británicas.
Un eléctrico propio, premium y muy techie
Sobre las características intrínsecas del vehículo aún no han querido anunciar nada, pero no será un competidor de los Nissan LEAF o Renault Zoe. Lejos de ser un coche eléctrico de masas, será un producto más techie y tirando hacia el segmento premium, más enfocado a competir con el mercado que actualmente casi monopoliza Tesla.
Por parte de Dyson, el proyecto está financiado inicialmente con una dotación de 2.000 millones de libras y el primer paso ha sido crear unas instalaciones específicas en los cuarteles que la empresa tiene en Wiltshire y donde se ha reclutado a un equipo de 400 personas.
Conjuntamente con el anuncio, Sir James Dyson no mostró pelos en la lengua al afirmar en relación a los últimos escándalos de emisiones que "la contaminación es un problema que se está ignorando. Los gobiernos están subvencionando los mal llamados 'clean diesel' de fabricantes que han engañado a la población y eludido las leyes, y el resultado son ciudades contaminadas".
Dyson tomó hace tiempo la iniciativa de minimizar la polución ambiental producida por los coches en la fuente desarrollando nuevas baterías menos contaminantes y posteriormente apostando por la fabricación de componentes para vehículos eléctricos. Ahora quiere unir todas sus tecnologías en un mismo producto.
Con tantos indicios, durante casi una década Dyson se ha relacionado en Inglaterra con diferentes proyectos de coches eléctricos pero de forma sistemática se han ido negando hasta ahora. De hecho, el propio James Dyson bromeaba hace tiempo afirmando que "su motor digital podría mover un coche" aunque en realidad no tendrían planes para llevarlo a cabo, algo que parece no haber sido del todo cierto.
Es más, últimamente y antes del anuncio oficial, Dyson se ha estado dedicando a fichar desde la sombra a figuras representativas del sector de la automoción como David Wyer (exdirector de compras de Aston Martin), el mismo camino que siguió meses atrás su predecesor, Ian Minards, quien también ha acabado en Dyson.
La confirmación del futuro coche de Dyson ha sido una jugada casi obligatoria, especialmente después de que a principios de este año la marca de aspiradoras contratase a Ricardo Reyes, anterior ejecutivo de comunicación de Tesla.
De manera anterior a todo esto hay que sumar que el año pasado un documento oficial reflejaba lo siguiente: "El Gobierno financiará a Dyson para el desarrollo de una nueva batería eléctrica para vehículos en sus instalaciones de Malmesburo, Wiltshire. Esto asegurará una inversión de 174 millones de libras en la zona, creando más de 500 puestos de trabajo, la mayoría para ingenieros".
Hasta 2020, fecha anunciada para la puesta en escena de su futuro eléctrico, Dyson tiene apenas dos años para completar un desarrollo que ya debería estar bastante avanzado, así que no deberíamos tardar mucho en saber más detalles sobre un proyecto del que ahora mismo ni siquiera conocemos un render. Algo que a veces puede incluso ser positivo.
Después de que Aspark (empresa japonesa de robots médicos) presentase en Frankfurt su Owl eléctrico ultra-rápido, a esta guerra parece apuntarse todo aquel que tenga algo que ver con un enchufe.