Androides con IA por cerebro para asumir tareas "complicadas, tediosas o peligrosas": es el último gran paso en la automatización de la fabricación de coches. BMW acaba de estrenar a su primer robot de estas características en una de sus fábricas. Se llama Figure 01 y sus creadores ya lo muestran manipulando y colocando chapas de metal de forma completamente autónoma.
BMW adelanta así a Tesla, que asimismo quiere que su Optimus se integre en sus factorías, aunque también quiere enfocarlo al uso doméstico siendo una de las nuevas piedras angulares del negociado de Tesla. Y Mercedes-Benz va a hacer lo propio. ¿Acabarán sustituyendo a los operarios?
Robots multitarea con manos, piernas y capaces de aprender y mejorar
A diferencia del robot de Tesla, BMW no ha creado este Figure 01: quien lo ha desarrollado ha sido Figure, una joven compañía californiana especializada en robots autónomos. Este primer androide lo presentaron en septiembre del año pasado y en enero ambas empresas rubricaron un acuerdo para implementarlos en las fábricas de la marca alemana.
La escogida para estrenarlo ha sido la planta de Spartanburg, en Carolina del Sur, que es su planta norteamericana con mayor volumen de exportación. Esta factoría, que lleva 30 años funcionando y es una de las más importantes de la marca, ya cuenta con más de 2.600 robots. También con más de 11.000 empleados. Y ahora se sumarán los Figure 01.
Lo que demuestra el robot Figure 01 en este vídeo es su eficacia manipulando objetos gracias a redes neuronales sin ser manejado por un ser humano. Su cerebro con tecnología Open AI mapea los pixeles que recogen sus ojos (una cámara) asignándolos a cada acción. Es lo que permite que sea preciso y eficaz y, sobre todo, vaya aprendiendo sobre la marcha.
En este caso lo que hace es colocar varias chapas de metal con tolerancias menores a 1 cm. Y toda su acción se basa en exclusiva en entrenamiento simulado. Si bien puede parecer lento, o incluso torpe, el avance es notable. En todo caso deberá mejorar en autonomía, porque ahora se fija en cinco horas.
Cuando se anunció el acuerdo, Figure detalló que estos androides se entrenarían entre 12 y 24 meses para integrarlos en procesos de fabricación en áreas como carrocería, chapa y almacén. Es precisamente lo que está haciendo este primer robot. Su implementación irá por fases: primero identificar que tareas puede asumir y, tras seleccionarlas, acabará por sustituir a trabajadores humanos en esos cometidos.
¿Fábricas con androides en vez de operarios humanos? La cara amable de este robot es que librará de tareas tediosas o peligrosas a los operarios de carne y hueso, que es como lo venden sus creadores. Pero por otro lado son el perfecto sueño del empresario: trabajarán incontables horas sin rechistar. Tampoco exigirán más derechos laborales o aumentos de sueldo.
En las plantas de fabricación de coches la mayoría de procesos están automatizados con robots que realizan una tarea específica. Pero los robots humanoides son diferentes: no están diseñados para una única función, sino que pueden hacer múltiples tareas y además no exigen modificar los entornos ya concebidos para humanos.
Esto lo permite su fisonomía, muy similar a la de una persona, con extremosidades funcionales y manos de cinco dedos prensiles. De hecho tanto el Figure 01, como el Optimus de Tesla o el Apollo de Apptronik (el que usará Mercedes-Benz) son idénticos en este aspecto. Pero igualmente su cerebro se basado en sistemas IA, lo que les permite aprender tareas y realizarlas cada vez mejor y más rápido.
La llegada de la IA ha puesto sobre la mesa el debate: si acabará con puestos de trabajo. Que sea rentable es una de las claves para que sea así y de hecho es como vende Figure a su robot: "Permitirán a las empresas aumentar la productividad, reducir los costos y crear un entorno más seguro y más consistente", señaló Brett Adcock, CEO de la firma.
Pero no está tan claro que vaya a hacerlo. Este estudio publicado por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) concluye que el coste de la IA es hoy por hoy tan alto que a las empresas les es aún mucho más rentable contratar a personas.
Este informe se apoya en que el ser humano puede hacer múltiples tareas y que para suplirlo se necesitarían varias herramientas IA diferentes, lo que supone una mayor inversión. Y aunque se abaraten estas tecnologías, se tardarán décadas en que sean más asequibles que un empleado tradicional.
No obstante, precisamente estos robots autónomos presumen de ser multitarea. Es decir que podría anticipar esta realidad de robots sustituyendo a personas.
De hecho, hay quien estima lo contrario: según Kristalina Georgieva, directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), el 40 % de los empleos podrían desaparecer, o cambiar, por la irrupción de la inteligencia artificial. O incluso en un 60 % si hablamos de países desarrollados. Igualmente augura abrir aún más la brecha de desigualdad entre puestos de trabajo, favoreciendo a los de sueldo alto pero reduciendo los de mano de obra.