Jaguar Land Rover se acerca sin prisa pero sin pausa a la conducción autónoma; en noviembre formó parte de las primeras pruebas con vehículos autónomos que se realizaban en las calles británicas, empezando por Coventry. Y hace unos días anunció la inversión de tres millones de dólares (alrededor de 2,4 millones de euros) en el servicio de taxis autónomos Voyage.
La inversión, cuyo importe sale directamente de la filial de capital riesgo propiedad de Jaguar Land Rover, InMotion Ventures, apoyará el desarrollo de un servicio de transporte global puerta a puerta.
Jaguar confía en Homer
Voyage es una start-up estadounidense que desarrolla servicios de taxi sin conductor. La compañía utiliza una arquitectura que describe como estandarizada y cuyo objetivo es otorgar al automóvil la capacidad de Sentir, Planear y Actuar (SPA, por sus siglas en inglés) a través de un sistema de software y hardware.
Homer, un Ford Fusion adaptado, ha sido el primer taxi autónomo de Voyage, una start-up cuya máxima es conseguir sacar adelante un servicio de taxi autónomo "extremadamente accesible" no solo para Silicon Valley. De momento, la compañía cuenta con licencia para probar vehículos autónomos en las soleadas carreteras de California (Estados Unidos) durante 2018, donde los LIDAR y demás sensores no tendrán que pasar las penurias de sus colegas en Rusia.
Por el momento, Voyage ha recaudado hasta la fecha un total de 20 millones de dólares (16,34 millones de euros) para desarrollar este servicio de taxis sin conductor, que ya han probado en San José, California. Esta es la primera empresa en la que invierte InMotion en 2018 y pasa a ser la número 12 de la cartera de inversiones de movilidad y transporte de la firma británica (Uber y Lyft también están en la lista).