Sabemos a ciencia cierta que los coches eléctricos serán el futuro cuando empiezan a integrarse dentro de las infraestructuras civiles, o al menos tienen esa intención. En Honda van por este camino y por eso en su centro europeo de Investigación y Desarrollo han instalado su primera plataforma de carga bidireccional.
Situado en Offenbach (Alemania), el centro de I+D de Honda ha recibido un punto de carga para vehículos eléctricos que además de suministrar energía a éstos, también permite que las baterías de los coches devuelvan energía a la red.
Coches que cambian ciudades a mejor
Por el momento no es más que un proyecto, pero apunta maneras. Honda quiere conseguir la experiencia suficiente para desarrollar una plataforma que en un futuro próximo sea la aliada perfecta para las energías renovables.
Así, este sistema puede coger energía de la red eléctrica o generarla desde unos paneles solares, por ejemplo, para alimentar las baterías del vehículo, mientras que si sobra energía o el sistema sabe que no se va a necesitar, puede recuperarla desde las baterías para alimentar la instalación eléctrica del inmueble en las horas de mayor demanda o de mayor coste de la energía.
Este es el primer paso de Honda para ayudar a crear en su campus europeo una red que prácticamente en su totalidad se abastezca de energía renovable, apoyándose en potentes acumuladores de energía en los edificios y la aportación de los vehículos eléctricos una vez que se integren en el proyecto.
Sin embargo Honda no es la primera marca que coquetea con este sistema ya que otros vehículos eléctricos avanzan esta posibilidad. Un sistema conocido como "Vehicle-to-Grid" (V2C o vehículo a la red) en el que quizá el mejor exponente sea Nissan con su nuevo LEAF, un coche que ya ha nacido pensando en la posibilidad de suministrar energía por ejemplo en escenarios de catástrofe natural, además de haberse asociado con Enel para el desarrollo de los planes V2C.
El mayor auge de esta iniciativa proviene de Japón a partir de la crisis energética y medioambiental devenida tras el incidente de Fukushima en 2011 donde a causa de un terremoto y, posteriormente, un tsunami, la central nuclear de la localidad sufrió serios desperfectos. En consecuencia los habitantes tuvieron que buscar alternativas de suministro y los vehículos eléctricos son una herramienta para cubrir esta necesidad. Por eso Honda, Nissan y Toyota son los fabricantes que han invertido más en esta tecnología.
Otros como BMW, Volkswagen con una flota de 20 e-Up o Tesla también están trabajando en esta dirección, y junto a la progresiva ampliación en la capacidad de las baterías de sus coches pueden generar un cambio en la tendencia del consumo de energía doméstica y, por supuesto, un entorno más disfrutable reduciendo notablemente los niveles de contaminación más allá de la movilidad.
A su vez, esta tendencia global forzará la modificación de marcos normativos como el vigente en España tras la aprobación del Real Decreto 900/2015 en el que se recoge la situación definida como autoconsumo. Una regulación que establece peajes y cargos sobre los clientes que hoy por hoy no favorece la proliferación de estas iniciativas.