A ritmo ligero y sin nadie al volante, el último logro de la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa de EEUU (DARPA por sus siglas en inglés) es un tanque autónomo preparado para terrenos complejos. Bautizado como 'RACER Heavy Platform' y de 12 toneladas, es solo uno de varios vehículos terrestres militares y autónomos que EEUU quiere desplegar gracias a la IA.
En esta carrera EEUU no está solo. Rusia empezó a probar sus propios tanques autónomos de forma paralela en 2019.
"Autonomía robótica en entornos complejos"
El programa denominado de Autonomía Robótica en Entornos Complejos con Resiliencia (RACER) de DARPA ha llevado a cabo recientemente su cuarto experimento para evaluar el rendimiento de vehículos no tripulados todoterreno. El vídeo muestra el seguimiento autónomo de rutas para pruebas y demostraciones de movilidad, incluidas visualizaciones de nubes de puntos de sensores, explican. El RACER Heavy Platform de 12 toneladas y 6 metros de largo es significativamente más grande que los vehículos de flota RACER de 2 toneladas que ya se utilizan en el programa, pero utiliza algoritmos diferentes.
La Universidad de Washington y Overland AI y el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA son algunas de las instituciones que participan en el proyecto. Sin embargo, mientras que la mayoría de los proyectos de vehículos autónomos buscan adaptar la IA para operar en carreteras, RACER busca permitir que los vehículos terrestres no tripulados atraviesen terrenos todoterreno más complejos, como se esperaría de los vehículos en servicio militar. El objetivo final del programa es desarrollar sistemas autónomos que puedan moverse fuera de la carretera al menos tan rápido como los conductores humanos.
Los vehículos hicieron recorridos de 5 a 16 kilómetros 30 veces "alcanzando más de 240 km autónomos y desocupados a velocidades de hasta 50 km/h. Actualmente, están previstos dos experimentos más este año.
Rusia ha hecho también sus deberes en cuanto a vehículos terrestres militares no tripulados, y su tanque Marker ha estado haciendo maniobras junto a un enjambre de drones. Está armado con una ametralladora de 7,62 mm y un par de misiles antitanque guiados y ha participado en varios proyectos de desarrollo. Trabajar en equipo con drones permite al tanque ruso obtener capacidad de exploración de largo alcance y ver objetivos a larga distancia, y a su vez intercambiar información con ellos. ¿El objetivo? Que estos drones también se conviertan en armas.
"El operador sólo necesitaba seleccionar los puntos de inicio y fin; el robot encontró su propia ruta, creando un mapa a medida que avanzaba utilizando cámaras y otros sensores. Evitó obstáculos automáticamente mientras seguía la ruta más rápida", recoge Forbes. Habrá que esperar para ver estos vehículos en acción, así como su efectividad.