Recargar un coche eléctrico en el garaje: todo lo que hay que saber a nivel técnico, legal y de precios
La socialización de los coches eléctricos e híbridos enchufables poco a poco va calando. Cada vez los vehículos de cero emisiones se van extendiendo con una mayor aceptación entre los conductores, despiertan más interés y cuentan con una infraestructura mayor, aunque en este aspecto todavía queda mucho camino por recorrer.
Si eres uno de esos conductores que se están planteando la compra de un coche eléctrico habrá una pregunta inmediata: ¿cómo lo cargo? Hoy vamos a tratar de responder a la pregunta fundamental a la hora de recargar las baterías instalando un punto de recarga en casa.
¿Dónde recargar un coche eléctrico o híbrido?
Ya sea con un coche eléctrico con la autonomía justa para el día a día o uno de los últimos eléctricos de gran capacidad que pueden permitirnos circular varios días sin conectarlo a la red, lo más habitual y salvo para algunos afortunados casos quien quiera un coche eléctrico tendrá que plantearse instalar un punto de carga en su domicilio.
Esto significa que en la mayoría de las situaciones vitales, el aspirante a propietario de un coche eléctrico tendrá que tener una plaza de garaje propia. Si eres de los (muchos) que aparcan su coche en la calle y no tienes acceso a un punto de recarga de manera habitual lo más conveniente es descartar la compra de un coche eléctrico al menos de momento.
Si es una cuestión de conciencia medioambiental, a cambio se puede plantear la compra de otro tipo de coche alternativo como híbrido eléctrico (recarga autónoma), híbrido enchufable (no necesitan estar muchas horas conectados a la red), de gas o, en caso de tener los bolsillos muy llenos (y una hidrogenera cerca), de pila de combustible.
En el caso de que la compra de un coche eléctrico siga adelante, éste lo podremos recargar de tres maneras:
- En primer lugar, lo más habitual y práctico: recargar en nuestra casa con un punto de carga propio. Los coches eléctricos necesitarán una buena cantidad de horas para rellenar sus baterías después de un uso diario. Como ya vimos al explicar cuánto cuesta recargar un coche eléctrico en casa, las recargas domésticas a velocidad lenta son asequibles utilizando el tramo súper valle. Como contrapartida, tendremos que instalar un punto de recarga.
- También, aquellos que tengan la oportunidad, podrán recurrir al uso de puntos de recarga de velocidad normal gratuitos. Obviamente en este caso es aún más económico, el mayor handicap es que este tipo de puntos de carga situados en centros de trabajo no son muy habituales y, aunque trabajemos en uno de estos centros, no siempre podremos conectarnos o no el tiempo suficiente.
- La última de las opciones es recurrir a puntos de carga pública. Por lo general se trata de puntos de carga lentos en los que tendremos que dejar el coche generalmente por tiempo limitado, lo que impedirá realizar cargas completas. Si son puntos de cargar semi-rápida, rápida o súper-rápida sí que podremos conseguir cargas completas, pero a cambio de un coste elevado y de una mayor degradación de las baterías en los postes de alta potencia.
Ayudas para la instalación de puntos de recarga
El nuevo plan MOVES va por su segunda entrega y según lo publicado por el Real Decreto 569/2020 en el Boletín Oficial del Estado, se contempla la ayuda tanto a puntos de recarga privados como a la presinstalación destinada a puntos de carga en garajes comunitarios.
Dotado con 100.000.000 euros, el Plan MOVES II se ha activado a través de las Comunidades Autónomas y con cargo al Instituto para la Diversificación y ahorro de la Energía (IDAE) con el fin de ayudar a la expansión de los coches eléctricos y descarbonizar el transporte por carretera.
Dentro de la infraestructura necesaria para la instalación de un punto de recarga, serán subvencionables los costes derivados de la instalación (proyecto, obra, ingeniería, cuadro eléctrico e instalación), así como el sistema de pago integrado, gestión y seguridad. Además en los aparcamientos colectivos se considerarán subvencionables aquellas preinstalaciones que faciliten la derivación a diversos puntos de recarga.
Los sujetos que pueden solicitar las ayudas del Plan MOVES 2020 son personas físicas, autónomos y personas jurídicas como empresas, comunidades de propietarios, entidades locales y entidades públicas.
Adicionalmente, en algunas Comunidades Autónomas existen subvenciones adicionales a las facilitadas a nivel estatal. Pueden ser aportaciones directas como en Catalunya o deducciones en el IRPF como en el caso de Navarra.
También hay algunas marcas están facilitando a sus clientes la entrada en el mundo eléctrico de forma independiente o mediante asociaciones con terceros. Kia junto a Repsol está promoviendo la instalación de puntos de recarga en los domicilios, Mercedes-Benz y Endesa están haciendo lo propio para sus híbridos enchufables y Volkswagen está ofertando un cargador propio para el Volkswagen ID.3 a un precio de 399 euros.
¿Cuánto cuesta un punto de recarga?
Si tenemos que afrontar el coste de la instalación en nuestra casa de un punto de recarga hay que tener en cuenta que el coste total puede superar fácilmente los 1.000 euros, porque no sólo hay que pagar el propio wallbox.
Por un lado está el cargador que dejaremos instalado en la pared que será bien específico de la marca o modelo del coche eléctrico, o un cargador genérico. Su precio depende de cuántas conexiones tenga, de si dispone de elementos de seguridad (llave o tarjeta), de si cuenta con manguera o no, o de si tiene electrónica para programar la recarga o medir el consumo. Como punto de referencia, sólo el wallbox del Volkswagen ID.3 cuesta 399 euros.
A este coste hay que sumar el resto de la instalación, añadiendo el cableado necesario que va desde el punto de conexión hasta el wallbox. Además del cable adicional también habrá que sumar los elementos de protección como tubos de canalización del cable, soportes y demás hardware para llevar la corriente hasta nuestra plaza de garaje de una manera limpia y profesional.
Por último hay que añadir el coste de los profesionales implicados en la instalación, como son los electricistas instaladores. Lo mejor es acudir a profesionales o empresas dedicadas bien expresamente a la instalación de puntos de recarga o que ya tengan experiencia en la materia. La elección del electricista en cuestión puede ser propia o dejándonos recomendar por el concesionario, por nuestra propia compañía eléctrica o por un gestor de carga (venden el punto de recarga y la electricidad).
La instalación de un punto de recarga en una casa unifamiliar es relativamente sencilla. La obra será mínima y sólo habrá que pasar cables desde el punto de luz del domicilio hasta el garaje. En el caso de vivir en una casa con garaje comunitario la instalación será algo más laboriosa.
Lo primero será informar a la comunidad. No es necesario pedir permiso a la comunidad de propietarios per sí notificar por escrito a la administración, según la modificación de la Ley de Propiedad Horizontal. Lo siguiente será realizar la instalación de una manera lo más discreta posible y conforme a la Instrucción Técnica Complementaria ITC-52 del REBT.
¿Y qué hago si no tengo plaza de garaje?
El hecho de tener una vivienda en propiedad con garaje facilita mucho las cosas, pero no hace que sea imposible en caso de que no tengamos un garaje propio. Si tenemos una plaza de garaje alquilada nos deja algunas opciones, mientras que aparcar en la calle descarta por completo cualquier posibilidad.
Con una plaza de alquiler el primer modus operandi sería proponer al propietario hacernos nosotros mismos cargo del 100% del coste de la instalación. Al ser un coste elevado lo mejor es que sepamos que mantendremos esa plaza durante mucho tiempo para amortizar su coste con el uso del coche eléctrico.
En el otro extremo podremos proponer al propietario que sea él quien pague el coste de la instalación del wallbox. Al fin y al cabo será un equipamiento de la plaza de garaje que en un futuro podría ofertar a otros interesados cobrando incluso un poco más por ella, pero no suele ser una opción demasiado atractiva para los propietarios.
El punto intermedio sería asumir los costes a medias. Así por una parte el propietario pagaría toda la preinstalación (cableado, protecciones e instalación) y ser nosotros los que nos hagamos cargo del propio cargador. Si en el futuro abandonamos la plaza nosotros podríamos desconectar el wallbox y llevárnoslo y el propietario de la plaza dejaría la preinstalación montada.
En último caso también es viable la negociación con un gestor de carga que te alquile la instalación del wallbox. A cambio de una cuota mensual se pone a disposición un wallbox y una cantidad fija de kWh de consumo al mes. Al finalizar el contrato nosotros dejaríamos de pagar la cuota, el gestor de carga se llevaría el wallbox y la preinstalación quedaría en la plaza de garaje; una preinstalación que habría pagado el propietario.
¿Cómo es la instalación de un punto de recarga?
Para la realización de la instalación se pueden seguir tres procedimientos en función de desde dónde parta la instalación:
Desde nuestra propia línea de suministro. Si la electricidad la tomamos directamente de la misma línea que la electricidad que utilizamos en casa las cosas se simplifican, relativamente. Por un lado no tendremos que hacer otro contrato nuevo, pero si tenemos un garaje comunitario la instalación habrá que hacerla desde nuestro propio contador, que puede estar en un cuarto de contadores, en el propio garaje o en nuestro domicilio, lo que obligaría a meter muchos metros de cableado.
Desde la línea de suministro del garaje. Si optamos por esta opción la instalación es más sencilla, pero habría que pedir permiso a la comunidad de propietarios ya que vamos a utilizar la instalación existente y vamos a consumir electricidad del garaje, por lo que habrá que colocar un contador segundario para que luego la comunidad nos repercuta ese gasto.
Con una nueva línea de suministro: La opción más compleja y que sólo habría que contemplar como último recurso es la instalación de una nueva línea de suministro, un nuevo contador y un nuevo contrato. En este caso tendríamos un coste fijo más alto al tener que asumir el coste de la potencia contratada de nuestro domicilio y también el del cargador.
¿Qué tipo de enchufe tengo que utilizar?
Tipos de conectores hay muchos, pero por suerte la expansión de los coches eléctricos ya no significa que haya casi un tipo de conector para cada coche. La estandarización sigue su curso y en Europa el conector que se está utilizando como referencia es el Tipo 2, también conocido como Mennekes.
Es el tipo de conector que utilizan la mayoría de los coches eléctricos que se comercializand en nuestro mercado, así que a la hora de poner un wallbox tendremos que asegurarnos que cuente con una toma hembra a la que conectar la manguera con el macho que viene en el coche.
Además del conector Tipo 2 podemos solicitar que en la instalación se añada un conector Schuko para una toma de 16 A a la que conectar esporádicamente algún coche eléctrico, o poder usar un aspirador o cualquier otro aparato eléctrico.
¿Y no se puede instalar un sistema de carga inalámbrica? Pues sí, poderse se puede, pero los puntos de carga por inducción son bastante poco eficientes, requieren la instalación de un módulo de carga en los bajos del coche y son considerablemente más caros.
Elegir la potencia de carga
Otra cuestión a la hora de instalar un punto de recarga en nuestro domicilio es saber si tendremos que elevar la potencia contratada. Sobre el papel sí, es posible que si queremos tener una potencia de carga decente para nuestro coche eléctrico tengamos que hacer algún cambio en nuestro contrato.
Ahora bien, no sale especialmente a cuenta. La principal ventaja de los coches eléctricos es su bajo coste de funcionamiento. Aprovechando las horas súper-valle de las tarifas minimizaremos el gasto mensual, pero si buscamos cargar a mucha potencia tendremos que pagar un término fijo de potencia en el contrato que disparará el coste mes a mes.
Teniendo en cuenta que por norma general los coches se pasan todas las noches aparcados en el garaje (un 97% del tiempo de vida útil de un coche es parado) tendremos tiempo de sobra para realizar recargas lentas. Realmente sólo necesitamos un poco de planificación en lugar de más potencia para recargar en menos tiempo.
Si realizamos recargas lentas a 3,45 kW de potencia necesitaremos 10 horas para recargar 34,5 kWh en un coche eléctrico utilitario usando números redondos, sin tener en cuenta pérdidas ni la curva de recarga de las baterías. Con esas recargas deberíamos tener cada día para recorrer más de 200 km, con un consumo de 17,25 kWh/100 km.
En el caso de tener un coche eléctrico con baterías de gran capacidad, por encima de los 60 kWh, sí podría interesar tener más potencia contratada para realizar recargas a 6,9 kWh. En este caso y haciendo las mismas cuentas, en 10 horas tendríamos recargados 69 kWh.
Con estos datos que fueron los mismos que utilizamos para contar cuánto cuesta cargar un coche eléctrico en España, tenemos que tener en cuenta la diferencia de coste mensual fijo que tendremos en el contrato.
Dependiendo de la potencia contratada (y de la compañía suministradora) todos los meses habra variaciones notables. Con la referencia de la tarifa Tempo Verde Supervalle de Endesa, los 3,45 kW tendrían un coste mensual de 13,06 euros, mientras que con una potencia de 6,9 kW este precio sube hasta los 26,12 euros; a 0,1262 euros el kW/día por 30 días.
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