Polestar, la marca de coches eléctricos de altas prestaciones y lujo de Volvo, ha desvelado lo que será la primera versión nativa de Android Auto. La demo, al estilo de una app, se puede ver en los smartphones y tablet y permite hacerse una idea de cómo será la nueva interfaz que llegará primero en el Polestar 2, el segundo modelo de la marca.
Para ver la demo, basta con hacer click aquí (desde un smartphone o tablet) y pulsar “añadir a pantalla de inicio” del navegador. Luego, ya puede uno trastear con el emulador de la interfaz y hacerse una idea de cómo será el futuro Android Auto. No todas las funciones están operativas, pero hay las suficientes como para hacerse una idea.
Las interfaces entre coche y conductor son el talón de Aquiles de los automóviles actuales cuando se trata de integrar nuevas tecnologías. Y actualmente hay de todo, desde los sistemas de Lexus (lo peor del mercado como hemos comprobado en el los Lexus ES 300h y LC 500) hasta sistemas sobre salientes como el del Volvo, que pudimos probar por primera vez con el XC90, y el de Tesla, que probamos en los Model X y Model S. Entre esos dos extremos hay de todo. Y si añadimos en la ecuación los comandos por voz al estilo “Hola Mercedes” y similares, la cosa puede llegar a ser en ocasiones frustrante.
Y en un mercado que tendrá cada vez más coches eléctricos e incluso semi autónomos, la importancia de una buena interfaz es primordial para los fabricantes, pues ya no basta con que un coche sea dinámico o cómodo, según las preferencias del cliente, también ha de ofrecer una experiencia de uso de sus sistemas gratificantes.
Sinceramente, no es de recibo que en un coche, sea cual sea su precio, el conductor pase del sistema multimedia y opte por usar las aplicaciones de su smartphone, sea Android o iOS, porque utilizar el del coche puede llegar a ser muy frustrante.
En 2017, Google anunció que estaba desarrollando una versión nativa de Android Auto, es decir, que vendría incorporada de fábrica y sería el sistema operativo del coche, o como mínimo de su sistema de infoentretenimiento. Volvo y Audi fueron los primeros fabricantes en apuntarse. No sabemos cuando Audi lanzará un modelo con este sistema (¿quizá la versión de serie del e-tron GT?), pero en el caso de Volvo sí. Y lo hará con el primer coche eléctrico del grupo, el Polestar 2.
Trasteando con Android Auto nativo
En el caso de Volvo, la versión nativa de Android Auto tiene una interfaz completamente diferente al sistema actual Sensus que utilizan los Volvo más recientes a partir del XC90. Pero la verdadera diferencia está en la integración total del ecosistema de Google (Google Play, Maps, Calendario, Play Music, etc) y otras apps, como Spotify.
Los iconos son grandes por lo que no hay que ser de una precisión extrema para pulsarlos (es importante en un coche que se mueve). Y la organización es de tipo vertical, como en los Volvo actuales y Tesla, mientras que el resto de la industria opta por pantallas horizontales (y Tesla también para el Model 3).
La demo nos enseña algunas de las funcionalidades del Polestar 2, como el estado de carga de la batería, la posibilidad de conectar y desconectar los sistemas ADAS de ayuda a la conducción o bien la climatización. También se puede ver qué aspecto tendría nuestra agenda y calendario, por ejemplo, y se puede incluso escuchar unas seis canciones.
Siguiendo la moda de Tesla, en la demo hay un par de “huevos de pascua”. El icono de la cámara lanza un juego de marcianitos, como en los años 80. Y sí, es una demo jugable. El icono de Google Maps abre las indicaciones, pero el entorno se convierte pronto en la visión de una nave que entra en el hyperespacio. No sabemos si el Polestar 2 dispondrá de algún “easter eggs” -obvio-, o bien si al contrario están ahí solo para la demo.
¿El futuro estándar de la industria?
Viendo la demo de Polestar, la idea de un sistema operativo Android Auto en un coche no parece descabellada y podría ser en el futuro un argumento de venta. Incluso sería una evolución lógica que los fabricantes de automóviles deleguen en un tercero una competencia que no es la suya y en la que siempre han acusado un cierto retraso frente al mercado de la electrónica de consumo.
Al fin y al cabo, muchos no fabrican ellos mismos las cajas de cambios, por ejemplo, y sin embargo sí que las adaptan a sus especificaciones y con una puesta a punto popria de cada marca. Lo mismo podría pasar con Android Auto. El marco base sería el mismo para todos, pero cada marca podría añadir funcionalidades, diseño y seguir manteniendo una ventaja o un elemento diferenciador frente a sus rivales.
Pero también hay elementos en contra de esa integración. Desde el riesgo que exista un monopolio, el cual las autoridades de algunos países acabarían tumbando limitando su despliegue en determinados mercados, hasta la simple cuestión de cómo harán los usuarios de iOS para conectar su agenda con el coche. Y por supuesto, no podemos olvidarnos del mercado chino en el que los servicios de Google no estás presentes por el bloqueo de las autoridades chinas.