combustible

El mes de octubre termina como empezó: con una tendencia alcista en el precio de la gasolina y el diésel. Sin embargo, la brecha entre ambos combustibles no deja de crecer.

El fin de semana comienza con una subida generalizada en el precio del combustible. Llenar un depósito de 55 l con gasolina cuesta ya 3,7 euros más que hace un año, mientras que si se reposta diésel, la brecha es de hasta casi 21 euros.

Tanto el diésel como la gasolina siguen subiendo de precio, y cada vez de forma más acusada.

Si el descuento de los 20 céntimos ya aumentó los márgenes de las petroleras, el anuncio de un nuevo impuesto a sus beneficios los dispara.

Plataforma lo ha conseguido: el Gobierno se va a sentar con ellos para tratar de desbloquear la situación del transporte por carretera.

Repasamos las medidas pactadas entre el Ejecutivo y la gran patronal del transporte (CNTC). Aunque incluyen la gran demanda de la Plataforma, eso no significa que vayan a cesar los paros, sino todo lo contrario.

Nuestro país vecino ha sido el último en establecer medidas para contener la subida imparable de los precios, pero no es el único.

Ante las diferencias de precio entre las gasolineras ‘low cost’ y las de primeras marcas pueden surgir dudas. En este post despejamos las más frecuentes.

Tanto Audi como el resto de fabricantes del Grupo Volkswagen tienen previsto homologar más motores de combustión para utilizar con combustibles sintéticos como el HVO.

La semana pasada ya batió el récord y esta lo ha vuelta a hacer, con un precio medio de 1,559 euros el litro. Y el diésel está cerca de superar el mayor registro.

Con una media de 1,538 euros el litro, la gasolina registra el pico más alto de la serie histórica. Llenar el depósito puede suponer hasta 76,9 euros de media.

La escalada de precios de los carburantes sigue imparable y la gasolina está cerca de superar el récord histórico. Llenar hoy el depósito supone de media hasta 70,2 euros.

Los miembros de la OPEP+ siguen sin aumentar la producción diaria para adecuarse a la demanda. En consecuencia, el precio del oro líquido no deja de subir.

También suben los precios de los establecimientos hoteleros, o el de alguno de los productos más básicos de nuestra cesta de la compra.