Se ha hecho esperar, pero el Dacia Bigster ya está aquí. El hermano mayor del Dacia Duster llega con la misma receta, pero en frasco grande, para introducir a la marca rumana en el segmento C.
El objetivo es replicar el éxito que ha tenido (y tiene) el Dacia Duster en el segmento B, pero en una de las categorías más populares del mercado, la de los SUV compactos.
El Dacia Bigster es el nuevo buque insignia de Dacia
A Dacia le ha ido bien (muy bien) con el Dacia Duster. Desde que este modelo llegó al mercado en 2010 ha sido “un pelotazo” a nivel comercial porque democratizó el formato SUV. Con el paso del tiempo y de las generaciones (hace unos meses llegó su tercera entrega), el Duster ha evolucionado para ser “más coche”, pero siempre se ha mantenido fiel a la receta original; lo que ha hecho Dacia es mejorar esa receta para adaptarla a las exigencias del mercado y a su nueva imagen de marca con la que pretende dejar de ser una compañía low cost para ser la marca del precio justo.
Con casi 10.000 unidades del Dacia Duster matriculado en España en lo que llevamos de año (es el segundo Dacia más vendido por detrás del Sandero), está claro que la estrategia de la firma del Grupo Renault funciona. Tanto es así que Dacia ha decidido dar un paso hacia delante replicando la fórmula del Duster en formato XL.
El resultado es el Dacia Bigster, un SUV compacto que reproduce la fórmula del Duster a escala grande y lo hace a todos los niveles, desde el diseño hasta la idea de ofrecer la mejor relación valor-precio, pasando por las capacidades todoterreno y por un equipamiento en el que sobra nada, pero tampoco se echa en falta nada. Eso sí, como es un coche más grande, es más amplio por dentro, y al ser un segmento C también está mejor hecho que un segmento B. Por supuesto, también es más caro.
Desde que llegó a Europa en el año 2005, Dacia solo ha vendido coches del segmento B. Con sus 4,55 metros de largo y la posibilidad de tener 7 plazas, el Jogger podría ser la excepción, pero realmente parte de la base de un Dacia Sandero Stepway. En cambio, el nuevo Dacia Bigster sí es un modelo del segmento C, concretamente un SUV compacto que juega en la misma liga que el Hyundai Tucson, el Kia Sportage, el Citroën C5 Aircross o el Peugeot 3008.
Hoy por hoy, el formato C-SUV es uno de los más populares del mercado y Dacia ha decidido entrar en la segmento C con un coche de este tipo. Las intenciones de la marca rumana estaban claras desde hace mucho tiempo, de hecho, el Dacia Bigster Concept se presentó a principios de 2021, pero se ha hecho esperar hasta ahora.
El diseño del modelo de producción es muy similar al de ese prototipo que conocimos hace casi cuatro años y al verlo en directo da la sensación de estar ante un Dacia Duster más grande porque sus líneas maestras son muy parecidas y ese aspecto robusto combina bien con un formato más grande.
En lugar de medir 4,34 metros de largo, como el Duster, llega hasta los 4,57 metros de largo, por lo que es 23 cm más largo. De ancho mide exactamente lo mismo que el Duster, 1,81 metros, pero es 5 cm más alto (1,71 metros) y tiene una distancia entre ejes 4 cm más larga (2,70 metros).
Interior del Dacia Bigster: grande por fuera y grande por dentro
La plataforma sobre la que se asienta el Bigster es la misma del Duster, la CMF-B de la alianza Renault-Nissan-Mitsubishi, pero como el Bigster es más grande por fuera, lógicamente también es más grande por dentro. Esa es una de las razones de ser de este coche.
Eso sí, con 4,57 metros de largo, el Duster de cinco plazas por debajo y cada vez más SUV compactos con siete plazas, como el Opel Frontera, cabría esperar que el Bigster ofreciese la posibilidad de configurar su interior con siete plazas, pero solo tiene cinco asientos y, en principio, seguirá siendo así. El único siete plazas de Dacia seguirá siendo el Jogger.
Lo bueno es que las cinco plazas del Bigster son muy amplias. Delante no da la impresión de que sea más grande, pero detrás es mucho más habitable y mejora en todas las cotas: hay más espacio para la cabeza, para los hombres y, sobre todo, para las piernas. Mido 1,83 metros de alto y me falta bastante para tocar con la cabeza en el techo, incluso en el Bigster con techo panorámico.
Con el asiento del conductor colocado a mi gusto, también me sobra espacio para las rodillas y hay mucho hueco para colocar los pies. La plaza central trasera no es tan aprovechable, pero es algo habitual en el segmento y, en cualquier caso, se puede utilizar perfectamente para trayectos cortos, aunque es más práctica cuando se abate el respaldo porque se convierte en un reposabrazos muy útil, incluso tiene posavasos y soporte para móviles y tablets.
Practicidad al estilo de Dacia, como los soportes repartidos por el habitáculo (Dacia los llama YouClip) y el maletero para colocar accesorios, como una lámpara LED portátil, un soporte para tablets o un gancho.
Además de ganar habitabilidad en la parte trasera del habitáculo, las puertas tienen un ángulo de apertura muy amplio, y eso facilita mucho las cosas a la hora de sentar a niños en su sillita y atarles. En un coche que tiene un claro planteamiento familiar es especialmente importante.
También lo es el volumen del maletero. Es otro de los aspectos en los que el Bigster marca la diferencia respecto al Duster porque el espacio de carga es enorme: 667 litros (medidos según el estándar VDA). Aunque este dato tiene algo de “trampa” porque incluye el espacio que hay debajo del piso y lo normal es que solo se utilice el espacio que hay encima del suelo.
En cualquier caso, es un maletero muy grande (Dacia asegura que tiene “el mejor volumen de maletero de su segmento”) y es muy aprovechable porque la boca de carga es amplia, el umbral de carga no queda demasiado alto y las formas del maletero son regulares.
Además, hay dos huecos muy generosos a los lados que pueden venir bien para separar la carga o dejar pequeños objetos para evitar que se muevan. También hay ganchos, un enchufe de 12 voltios, cortinilla para ocultar el equipaje y dos tiradores para abatir los respaldos de los asientos traseros, que están divididos de forma 40/20/40.
Más allá del espacio y la practicidad, el diseño del interior del Bigster también recuerda al del Duster. En todas las versiones cuenta con una pantalla táctil central de 10,1” que se complementa con un cuadro digital de 7” o 10”, en función del acabado.
El sistema de infoentretinimiento también cambia en función del acabado, la diferencia es que el más completo tiene navegación conectada y va asociado a un sistema de audio Arkamys 3D Sound System de seis altavoces, mientras que el sistema de audio del multimedia básico solo tiene cuatro altavoces. Lo que tienen los dos sistemas multimedia es la conectividad inalámbrica a través de Apple CarPlay y Android Auto.
Según el acabado, el Bigster también puede tener (en opción o de serie) climatizador bizona, techo solar panorámico con apertura eléctrica o cargador inalámbrico. Son cosas que no estamos acostumbrados a ver en un Dacia, pero hay que recordar que la marca ya no es low cost y que estos elementos deben de estar disponibles en un coche del segmento C. Al fin y al cabo, estar en ese segmento no es solo una cuestión de tamaño.
Por eso mismo, el Bigster está mejor hecho por dentro que el Duster. No es la referencia de la categoría en términos de calidad, pero sí se percibe un salto respecto a su hermano pequeño, tanto en materiales como en ajustes. No tiene superficies blandas, como sus rivales, pero todo parece robusto y hecho para aguantar el paso del tiempo y los plásticos o las tapicerías transmiten más sensación de calidad a la vista y el tacto.
Motores del Dacia Bigster: cuatro opciones con etiqueta ECO y no falta un 4x4
También novedades en la gama de motores. De inicio, el Bigster llega con un motor gasolina TCe de tres cilindros y 1.2 litros que desarrolla 140 CV. Esta mecánica deriva del TCe de 130 CV que utiliza el Duster, pero entrega 10 CV más en este modelo y, como está electrificada con un sistema de hibridación ligera de 48V, tiene la etiqueta ECO de la DGT. Se asocia a una caja de cambios manual de seis marchas y a la tracción delantera.
También hay un motor a gas (GLP), una opción muy popular en el resto de coches de Dacia. En este caso, se trata del 140 ECO-G, que, en esencia, es el TCe de 140 CV, pero preparado para funcionar con gasolina y GLP. Como esta versión tiene un depósito de gasolina de 50 litros y uno de GLP de 49 litros, ofrece una autonomía muy interesante: Dacia dice que hasta 1.450 kilómetros.
Como todas las motorizaciones a gas, tiene la etiqueta ECO de la DGT, y es curioso porque la consigue por partida doble, puesto que también está electrificado con un sistema de hibridación ligera de 48V. También se asocia a una transmisión manual de seis relaciones y a la tracción delantera.
Otra de las mecánicas del Bigster es el TCe 130 4x4. El Duster siempre ha tenido una variante de tracción total y es un coche que se defiende muy bien en el campo; el Bigster sigue esa filosofía con esta versión de gasolina idéntica a la del Duster, que también tiene hibridación ligera y se combina con un cambio manual de seis marchas.
Además de tener tracción total, el Duster TCe 130 4x4 tiene modos de conducción específicos para la conducción todoterreno (Auto, Snow, Mud/Sand, off-road y ECO), así como control de descenso de pendientes.
La cuarta opción mecánica es el conjunto híbrido HYBRID 155. Tanto el Dacia Duster como el Dacia Jogger están disponibles desde hace tiempo con un conjunto híbrido, pero de 140 CV. Este sistema híbrido es completamente nuevo: combina dos motores eléctricos con uno de gasolina 1.8 atmosférico de cuatro cilindros y una batería de 1,4 kWh de capacidad; la transmisión es automática y sin embrague, como la del Duster.
El conjunto híbrido del Duster utiliza un motor de gasolina, también tmosférico, pero de 1.6 litros). El Como es Bigster es HEV, también tiene la etiqueta ECO de la DGT, por lo que toda la gama de motores del Bigster tiene este distintivo.
Precio del Dacia Bigster: el Dacia más caro
Por su parte, la gama de acabados está formada por cuatro opciones: Essential, Expression, Extreme y Journey. Los dos últimos son las versiones tope de gama, pero tienen distintos enfoques, al menos a nivel estético: el Extreme tiene un planteamiento más campero y el Journey un planteamiento más familiar.
Lo que todavía no conocemos es el precio. Dacia asegura que el Bigster tendrá un precio de partida inferior a los 25.000 euros y el híbrido de 155 CV se pondrá a la venta desde menos de 30.000 euros. Estamos, por tanto, ante el Dacia más caro, pero también es el Dacia más grande y potente, y el único del segmento C.