Los vecinos del centro de Londres le declaran la guerra a los superdeportivos y coches de lujo: la policía ya ha confiscado 60 porque hacían demasiado ruido

Los vecinos del centro de Londres le declaran la guerra a los superdeportivos y coches de lujo: la policía ya ha confiscado 60 porque hacían demasiado ruido
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Londres mantiene una historia de amor odio con los superdeportivos y coches de lujo en general. Las calles del centro de Londres son como un showroom y un museo de clásicos al aire libre, pero al mismo tiempo la ciudad les ha declarado la guerra.

Su última batalla ha visto cómo l​a policía metropolitana de Londres se incautaba en las últimas semanas más de 60 superdeportivos y otros coches de alta gama por un valor conjunto estimado en 6 millones de libras esterlinas (6,9 millones de euros) en la primera semana de agosto, según ha informado el Ayuntamiento de Westminster.

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Entre los coches incautados figuran un McLaren, un Bentley, un Rolls Royce Wraith, un Ferrari Purosangue y un Lamborghini Urus Performante. La acción se produjo después de que los residentes de Westminster, uno de los barrios más pudientes e históricos del centro de Londres, se quejaran del comportamiento “antisocial” de los conductores de estos coches.

En concreto, los vecinos afirmaron que muchos de estos conductores utilizaban su barrio como un circuito de carreras improvisado, conducían a velocidades demasiado elevadas para ser seguras en la ciudad y generaban contaminación acústica en la zona. La Policía Metropolitana de Londres colaboró con miembros del Ayuntamiento de Westminster y de la Oficina de Seguros de Automóviles para llevar a cabo la operación a gran escala y detener los vehículos.

Las detenciones se efectuaron por infracciones como fraude al seguro, conducción sin cinturón de seguridad, conducción sin la debida precaución y uso del teléfono móvil al volante.

«El ruido y la conducción temeraria de estos jóvenes conductores suelen ser peores durante el verano, por lo que acojo con satisfacción estos resultados de la labor de aplicación de la ley», declaró Paul Dimoldenberg, miembro del gabinete del Ayuntamiento de Westminster. «Esto subraya el enfoque de tolerancia cero del ayuntamiento hacia la conducción antisocial».

Hace años, la zona que rodea Sloane Street, entre Kensington y Westminster, era una parada obligatoria para quien quería ver un superdeportivo o ser visto en uno. Invariablemente, los mismos coches subían y bajaban esa céntrica calle comercial varias veces al día. Y el desfile se repetía por la noche para desesperación del vecindario. Una situación que se volvió global con la proliferación de vídeos en Youtube de coches de lujo pasando por Sloane Street.

Parte de la gracia de conducir un deportivo es el ruido que hace. El bramido de un V8, el aullido de un V10 en plena aceleración o los “bangs” del escape de un 5 cilindros Audi o Ford forman parte de la experiencia de conducir este tipo de coches.

El problema es que en una calle en el centro de la ciudad, probablemente no sea del gusto de todo el mundo. Especialmente cuando para que algunos modelos suenen fuerte hay que revolucionar el motor o ir rápido. Demasiado rápido como para ir por la calle de una ciudad.

La situación se volvió tan problemática para esa zona que los distritos de Kensington y Chelsea instalaron "radares de ruido" a partir de 2021. El desfile en Sloane Street de superdeportivos ya no es lo que era. Lo que no ha impedido que la ciudad pusiese hasta mayo de 2024, casi 700 multas a los coches demasiado ruidosos, entre ellos 110 Lamborghini (la marca con mayor multas por ruido de la ciudad), 51 Ferrari, 39 Porsche, 12 Aston Martin y tres Bentley.

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