El fabricante inglés que para muchos es la cúspide del lujo y la artesanía en el mundo del automóvil, Rolls-Royce, acaba de aprovechar el Salón de Chengdú, en China, para presentar una interesante novedad para uno de sus modelos. Se llama Privacy Suite y es una propuesta para el habitáculo.
Ideado para el Rolls-Royce Phantom de batalla larga o Extended Wheelbase (de 5,98 metros de largo), este concepto de "suite de privacidad" propone el máximo nivel de intimidad y lujo, pero sin comprometer el espacio disponible para los pasajeros de la parte trasera.
Para empezar, los habitáculos delantero y trasero están separados por un cristal electrocromático, capaz de oscurecerse al toque de un botón, cuando los pasajeros así lo quieran. Si se cansan de observar la carretera, con solo tocar el mando correspondiente el cristal o mampara de separación se hace inmediatamente opaco.
Además, esta Privacy Suite hace hincapié también en el aislamiento acústico, y se utiliza un material capaz de bloquear ciertas frecuencias de sonido para evitar que las conversaciones de los pasajeros traseros sean escuchadas en la parte delantera del vehículo.
Por esto mismo, se ha integrado un interfono para facilitar la comunicación. Los ocupantes traseros pueden llamar directamente al conductor, pero también elegir si responder o no a las llamadas de éste. Tampoco falta una trampilla en la mampara de separación para el intercambio de objetos o documentos entre ambas zonas del habitáculo, pero se abre desde atrás.
Para terminar, la parte trasera recibe también el techo estrellado o "starlight", un reloj analógico fabricado a medida, cortinillas de privacidad en las ventanillas y en la luneta trasera o un nuevo sistema multimedia a medida que incluye dos monitores de 12 pulgadas -con puerto HDMI y controlados directamente desde la consola central-.
De momento el fabricante británico no ha anunciado fecha de lanzamiento ni precio, y tampoco se sabe si se trata de una opción exclusiva para el mercado chino, o si bien se ofrecerá en otros países. En todo caso, no habría cambios mecánicos y el Phantom EWB mantendría su motor V12 de 571 CV y 900 Nm, capaz de acelerar el vehículo de 0 a 100 km/h en 5,4 segundos y hasta los 250 km/h.