Esta mujer tan simpática es la afortunada poseedora del Rolls-Royce Phantom número 3.000, un “Diamond Black” que fue vendido hace unos días en Londres, cuatro años después de su lanzamiento en enero de 2003.
Mrs Tchenguiz-Imerman recibió las llaves de su nuevo coche de manos de Ian Robertson, el CEO de la compañía, al que, por cierto, se le veía encantado con su pareja de asiento. ¿Hubiera dado lo mismo que el comprador 3.000 fuera bajito y feo? No, no me puedo creer que Rolls-Royce preparase algo así...
Fuente | Rolls-Royce