En el mundo del lujo, la diferenciación se paga, pero cuando el dinero no es problema el cliente tiene la razón. En Rolls-Royce no se limitan a hacer los coches al gusto del cliente, también se dedican a hacer accesorios totalmente personalizados.
Dado el incremento de demanda de estos artículos únicos y artesanales, se han visto obligados a contratar más personal. Para finales de año habrán doblado su plantilla de artesanos, ingenieros y directores de proyecto asociados a esta actividad, más de 50 personas.
Por ejemplo, hablamos de un mueble bar hecho a medida de las botellas que meterán dentro los clientes, o conjuntos de picnic a juego con los colores elegidos del coche y escudo Rolls-Royce. El precio mejor no lo preguntamos, nos mareará. ¿Crisis? ¿Qué crisis? Las ventas de coches de lujo viven un momento dorado, nunca mejor dicho.
Quién fuera millonario, ¿verdad?
En Motorpasión | Rolls-Royce Phantom Drophead Coupé con un servicio de champán a juego, Rolls-Royce necesita más trabajadores