El espíritu del Éxtasis está de enhorabuena. La referencia entre los coches de superlujo vuelve a la carga con una reinterpretación de su propio concepto con una nueva generación del imponente Rolls-Royce Ghost.
Con aún mejores acabados, más tecnología, una estética renovada y la misma mecánica V12, el nuevo Ghost llega para hacer las delicias de los bolsillos más opulentos, contando incluso con su propio cielo estrellado para deleite de sus ocupantes.
Rolls-Royce Ghost: lujo camino de los 6 metros
Cuando algo funciona es mejor no cambiarlo, y cuando tienes una firma de diseño tan reconocible y ligada a la tradición como Rolls-Royce, separarte de tus líneas maestras sería casi un crimen de cara a una clientela tan exigente (y adinerada). Por eso exteriormente el Rolls-Royce Ghost no cambia demasiado, pero sí es diferente.
El frontal sigue presidido por una enorme parrilla de lamas verticales que en su parte superior aloja al espíritu del Éxtasis de la marca. Los faros se han estilizado y, además, ahora cuentan con tecnología LED y láser mientras que el paragolpas moderniza sus formas con unas líneas extremadamente rectas y sobrias.
En los laterales se mantiene esa silueta extremadamente reconocible con un largo de 5,55 metros. Porque si el Ghost ya era un coche grande, ahora lo es aún más, creciendo 89 mm de largo y 30 mm de ancho; es 12 cm más largo que un Cullinan. La batalla se coloca en unos eternos 3,29 metros, por lo que casi se podría colocar un SEAT Mii entre los ejes del Ghost.
La iluminación se ha reforzado para esta nueva generación en varios aspectos. Por un lado los nuevos faros delanteros tienen un alcance de 600 metros, mientras que unos ledes retroiluminan la gran parrilla delantera. En el interior el protagonismo de la iluminación se lo lleva un bonito efecto de estrellas con más de 800 puntos de luz repartidos entre el techo y el salpicadero.
Quizá el cambio más importante para el Ghost es que ahora se articula alrededor de la plataforma de aluminio que estrenaron ya los Phantom y Cullinan, un material que se utiliza para la fabricación de toda la carrocería. El peso ha sido uno de los grandes retos de la marca británica, pero también el aislamiento para un confort de marcha extremo. Y para muestra, un dato: en cada coche se emplean 100 kg de material aislante.
En el interior como era de esperar todo es lujo, sofisticación y clasicismo. No faltan los paraguas ocultos en las puertas, pero también hay un nuevo cuadro de mandos totalmente digital, purificación de aire, equipo de sonido de 1.300 W, apertura electromecánica de las puertas o Head-Up display con cámara de infrarrojos.
Otra de las señas de identidad de Rolls-Royce es el logotipo de la doble erre que se mantiene vertical en el centro de las llantas mientras las ruedas giran. Ahora además se complementa con una nueva suspensión neumática que mantiene el coche absolutamente plano hasta 100 km/h y que se combina con un eje trasero direccional.
En donde no hay cambios es en el motor, ya que se conserva el bloque de gasolina con 6.75 litros de cilindrada en configuración V12 y doble turbo que desarrolla una potencia de 571 CV y 850 Nm de par motor a escasas 1.600 rpm. El motor se asocia únicamente a una caja de cambios automática de ocho relaciones.
Con estos argumentos, el Rolls-Royce Ghost puede acelerar de 0-100 km/h en 4,8 segundos y rodar a una velocidad de hasta 250 km/h envuelto en un lujo y silencio extremos. Ahora bien, como de costumbre en la marca no han anunciado precio, porque recuerda: si tienes que preguntar por el precio, no puedes permitirte un Rolls-Royce.
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