La tercera generación de la joya de la corona de Bentley, diseñada y fabricada artesanalmente en Inglaterra, ya está aquí. El "gran tourer definitivo" de Crew se renueva por completo. Así es el nuevo Bentley Continental GT 2018, que luce un moderno aspecto inspirado en el prototipo Bentley EXP 10 Speed 6 biplaza que adelantaba el futuro de la compañía.
En el nuevo Continental GT, que se presenta dentro de unos días en el Salón de Frankfurt, es nuevo prácticamente todo, desde el chasis adaptativo inteligente hasta el motor 6.0 litros W12 biturbo, una versión mejorada del anterior que ahora se combina con una caja de cambios de doble embrague y siete velocidades, y consigue 635 CV y 900 Nm.
El nuevo GT es más largo y más bajo que antes (4,80 metros de largo, 1,95 de ancho y 1,4 de alto), en parte debido a que las ruedas delanteras están posicionadas 135 milímetros por delante, lo que permite un capó más largo y bajo. El frontal es, quizá, más clásico, aunque luzca un nuevo aspecto, pero la trasera es toda una novedad, con pilotos en forma de elipse y salidas de escape a juego, con la misma forma.
Los faros del modelo cuentan con la última tecnología Matrix LED y, además, tienen un diseño interior muy particular, como si de un diamante se tratase (también en los pilotos). A esto se suman 17 colores de carrocería (aunque se podrá pedir cualquier color, al gusto, gracias a Mulliner) y grandes llantas de 21 pulgadas de serie, en dos diseños diferentes, que opcionalmente podrán ser de 22 pulgadas.
Según Bentley, además de un aspecto mucho más moderno y bien diferenciado con respecto a la generación previa, la carrocería de aluminio del nuevo GT es bastante más ligera, aunque también más rígida, y junto al ahorro de peso en el resto de materiales del modelo se consigue que la variante W12 pese unos 80 kilogramos menos que antes. Además, también mejora el reparto de pesos con el motor de doce cilindros montado algo más retrasado, por ejemplo.
Interior de auténtico lujo
El habitáculo del GT rezuma lujo se mire por donde se mire. Sigue ofreciendo cuatro plazas pero ahora tiene más capacidad de carga (358 litros). Bentley destaca quince colores para las tapicerías de piel y alfombrillas, así como un diseño 'diamond in diamond' para el acabado de los cueros, molduras decorativas de diversos tipos, detalles cromados o elementos de bronce para ciertos mandos.
El diseño del salpicadero imita las alas del logotipo de Bentley y para cada Continental GT se utilizan hasta diez metros cuadrados de madera y hacen falta nueve horas de trabajo para fabricar y ajustar las inserciones, a mano. Por supuesto, la insonorización del habitáculo está bien cuidada (9 decibelios menos que el modelo saliente), y se utilizan cristales laminados para la luna y las ventanillas.
Una de las principales novedades del interior es el cuadro de instrumentos digital configurable y la pantalla giratoria Bentley Rotating Display, que por un lado es una moldura decorativa, para camuflarse completamente con el resto del habitáculo, por otro es una pantalla táctil de 12,3 pulgadas (que se descubre al arrancar), y finalmente la tercera faceta son tres relojes analógicos, más clásicos, que muestran la temperatura exterior, una brújula y un cronómetro.
Los asientos, ajustables en hasta 20 parámetros, incorporan calefacción, ventilación y función masaje, y para los más sibaritas de la música se ofrecen tres sistemas de audio: el de serie, de diez altavoces y 650 vatios, un Bang & Olufsen de 1.500 vatios y 16 altavoces o, finalmente, un Naim de 2.200 vatios y 18 altavoces.
Fuerza bruta
Bajo el enorme capó del GT late el bloque 6.0 litros W12 TSI, fabricado a mano en Crewe. Desarrolla 635 CV a 6.000 RPM y un generoso par motor máximo de 900 Nm entre 1.350 y 4.500 vueltas, así que fuerza no le falta, precisamente. Es capaz de mover los 2.244 kilogramos del modelo con ímpetu: 0-100 km/h en 3,7 segundos y 333 km/h de velocidad máxima (en sexta, ya que las otras dos marchas adicionales son de desahogo, para circular de manera relajada).
Además, el doce cilindros devuelve un consumo homologado de 14,2 litros a los cien kilómetros (278 g/km de CO2), gracias a la tecnología Start/Stop, a inyección de combustible de alta y baja presión, al modo vela de conducción y al sistema de desconexión selectiva de cilindros, que permite circular en modo 'seis cilindros'. Aún así, también cuenta con Sport Launch, para salidas rápidas. El depósito, por cierto, es de 90 litros.
Por supuesto, el modelo incorpora un sistema de tracción total -de nuevo desarrollo- que en lugar de repartir el par motor entre ambos ejes en un 40:60, lo hace variando constantemente el reparto en función de cada situación. Así pues, puede comportarse como un tracción trasera, siempre y cuando no haga falta fuerza en el tren delantero.
El chasis adaptativo (tres modos: Comfort, Bentley y Sport) es capaz de ajustar la dureza de las barras estabilizadoras de ambos ejes -multibrazo los dos- y también los amortiguadores neumáticos, contrarrestando las inercias laterales para maximizar la comodidad de marcha. El equipo de frenos consta de discos de 420 mm y 380 mm detrás, junto a pinzas de diez y cuatro pistones respectivamente.
Por si fuera poco, el nuevo GT 2018 ofrece sistemas de asistencia como el asistente de mantenimiento activo de carril, el asistente de aparcamiento o el asistente de atascos, entre otros.