Te lo adelantábamos hace poco, pero ahora ya es oficial, el Koenigsegg Agera RS es el coche de serie -aunque sea una serie muy pequeña- más rápido del mundo, según el libro Guiness de los récords. Consiguió una media de 444,6 km/h en dos pasadas en dirección opuesta en un ramo de 11 millas de una carretera cerrada al tráfico de Nevada. Al volante del Agera RS, Niklas Lilja, el piloto de pruebas de la marca.
Para que un récord sea válido, el coche ha de efectuar dos pasadas y los jueces de Guiness hacen la media de las dos pasadas. Claro que como se trata de una media, hay un momento en el que la velocidad máxima es superior. Y en este caso, alcanzó una punta de 457 km/h.
Koengisegg no se conformó con pulverizar el récord del 0-400 km/h-0 del Bugatti Chiron hace algo más de un mes, también se empeñó en arrebatarle el récord de velocidad para un coche de serie. El récord anterior era de 434,5 km/h y lo consiguió el Bugatti Veyron Super Sport en 2010 a manos del piloto francés, Pierre-Henri Raphanel.
El Koenigsegg Agera RS equipa un motor V8 biturbo de 5.0 litros de cilindrada que desarrolla 1.360 CV y 1.371 Nm, es el motor de 1 MW (1 mega vatio). Con tan sólo 1.295 kg, el Agera RS ya consiguió el mencionado récord del 0-400 km/h-0. Lo hizo en 36,44 segundos, cuando el Bugatti Chiron necesitó 5 segundos más.
Ahora queda por ver la reacción de Bugatti con el Chiron y de Hennessey con el Venom F5, recién presentado. A estas alturas, la clave estará en los neumáticos. En el caso del Koenigseg Agera RS, los suecos usaron un solo juego de neumáticos Michelin Pilot Sport Cup 2 de 265/35-19, delante, y 345/30-20, detrás. Y al final del día, las gomas están en muy buen estado.
Curiosamente, el Bugatti Veyron Super Sport "World Record Edition”, tenía su velocidad máxima limitada a 415 km/h para conservar la integridad de los neumáticos. Es más, Bugatti asegura que todavía no han intentado el récord con el Chiron debido a la falta de neumáticos adecuados. Me pregunto si dejar que sus rivales vayan a por el récord y luego llegar y batirlos no será una táctica de Bugatti.