Llegan las 16 horas y por tanto todos los periodistas invitados deberíamos estar ya en Ascari. Recluímos a todos y nos vamos a la rueda de prensa que nos dará Horacio Pagani. En ella, nos contaron algunos detalles del coche que nos esperaba en la pista, pero sobre todo el protagonista fue el próximo modelo que lanzará al mercado Pagani, cuyo proyecto se conoce con el nombre de C9.
Os contaré más adelante que fue lo que Horacio Pagani nos contó sobre ese coche del futuro que se presentará en el Salón de Ginebra del próximo año, pero ahora volvamos al Pagani Zonda R que es el auténtico protagonista de nuestro reportaje.
Volvemos al pit lane y allí nos esperaba el Pagani Zonda R desnudo, sin su enorme portón trasero y con el motor al aire libre. Recuerdo un post publicado en Motorpasión que se titulaba “Porno de calidad. El Pagani Zonda R se desnuda“ y me acerco a contemplar esa maravilla mecánica.
El Pagani Zonda R monta un motor V12 desarrollado por Mercedes AMG específicamente para este coche. Montado en la parte trasera, se sitúa justo entre las suspensiones. He visto muchos coches de carreras al desnudo, pero el Pagani Zonda R es especial, hasta la mecánica es preciosa. Las imágenes hablan por si solas.
Sobre el techo, una enorme entrada de aire permite refrigerar el bloque situado tras el habitáculo del coche. Todos los detalles están cuidados hasta el máximo. Un pequeño problema mecánico hacía que el Pagani Zonda R no arrancase en ese momento, así que todos los técnicos de la marca y el propio Horacio trabajaban para tratar de solucionarlo.
Mientras tanto, Mario Guarnieri me ofrece montar a dar un par de vueltas en otro de los coches que allí tenían, un Pagani Zonda Cinque Roadster. Evidentemente iba a ser una oportunidad única. Me pongo el casco, obligatorio en Ascari para todos los que salen a pista, y me subo dentro. Os contaré en otro post como fue la experiencia de rodar en un coche único, un superdeportivo del que sólo hay cinco unidades.
Mientras dábamos vueltas con el Zonda Cinque Roadster, de repente escuchamos un sonido ensordecedor que se acercaba por detrás. Nos apartamos a un lado y como una exalación nos adelante el Zonda R. Afortunadamente ya estaba de nuevo en marcha, y llegaba el momento de montarse en él.
Sin quitarme el casco, monto en el Pagani Zonda R. Me atan los arneses de cuatro puntos y veo hacia Andrea Montermini. Sonrríe y me pregunta: “Fast or not fast?” Yo le contesto “As fast as you can!”. Mete primera, mientras el “traqueteo” del coche se cuela en el habitáculo. Salimos por el pit lane y en cuanto pasamos al comisario que nos da via libre con la bandera verde, Montermini pisa a fondo el acelerador y comienza el espectáculo.
La primera curva a izquierdas ya me indica que Andrea ha hecho caso de lo que le he dicho y va “al ataque”. El sonido del coche es impresionante, nunca en mi vida había montado en un coche así, y creo que no lo volveré a hacer en mi vida. Todo en él es de otro mundo, desde las aceleraciones laterales que hacen que tu cabeza pierda riego sanguíneo, hasta las frenadas en las que los ojos intentan salirse de las órbitas. Sencillamente es de otro nivel, un nivel reservado a unos pocos privilegiados.
Me costó bastante tiempo empezar a poder fijarme en los detalles de cómo estaba rodando el coche. Pero cuando lo pude hacer, lo que más me llamó la atención fue la velocidad a la que tomaba las curvas. Evidentemente los neumáticos slick hacen que el coche sea mucho más rápido en las curvas que cualquier coche con ruedas de calle, pero en el Pagani Zonda R todo se eleva a la máxima potencia.
Las rectas desaparecen ante nosotros a un ritmo impresionante. Me recuerda más a una montaña rusa que a cualquier otro coche en el que haya montado en mi vida. El trazado de Ascari es de los mejores que conozco, una maravilla con todo tipo de curvas. Al igual que cuando estuve rodando allí con los Renault Mégane RS, la curva que más me impresionó es una a izquierdas en subida y bajada, peraltada y con un trazado que rodea un árbol.
El muro está completamente pegado al asfalto, no hay escapatoria y asusta. Cuando salimos del anterior ángulo de derechas para encarar esa curva, el Pagani Zonda R derrapa escandalosamente de atrás, y Montermini controla el coche a base de potencia y contravolante. La cara del bandera de la curva, que lleva todo el día viendo al coche rodar en pista, lo dice todo.
En la curva a izquierda que os comento, mi cabeza y mi cuello tiran muy fuerte hacia el exterior, tanto que llego a sentir incluso dolor. Ahora entiendo porqué a Fernando Alonso le llaman “cuello toro”, es algo completamente necesario en un piloto de Fórmula 1.
En la parte trasera del circuito, hay una triple recta unida por tres ángulos muy rápidos. Vamos tan rápido por la recta que no me creo que Andrea vaya a trazar el primer ángulo a fondo. Lo hace sin problemas, sin dudar y trazando muy fino. El ritmo al que pasamos la curva ha sido impresionante, y en mi cara se dibuja una sonrisa.
Le hago una seña a Andrea con el pulgar hacia arriba, y en escasos segundos desaparece ante nosotros la otra recta. No se decir a que velocidad vamos, pero me juego bastante a que superamos con creces los 200 kilómetros por hora. Andrea seguía con el pie derecho a fondo, y veo que saca la mano derecha del volante. Me indica con el dedo que viese la curva, que estuviese atento.
Pasamos ese segundo ángulo a un ritmo infernal, no me lo podía creer. Es impresionante cómo el coche se pega al asfalto, como el mínimo movimiento de volante sirve para marcar la trayectoria y cómo frenamos a fondo justo después, para poder encarar la siguiente curva. La chicane de atrás la tomamos pisando bastante los pianos. Yo no me atrevería a hacer eso en un coche de mucho más de un millón de euros, pero para algo iba a la derecha del piloto probador de Pagani.
Pronto llegamos de nuevo a la entrada de boxes. Sólo podíamos dar una vuelta, ya que el sol se metía rápido tras las montañas de la serranía de Ronda, pero había merecido la pena.
Conclusiones sobre el Pagani Zonda R
Por suerte en mi vida he tenido oportunidad de montar en muchos coches que podemos calificar de “impresionantes”. Comencé con un copilotaje en un Renault Maxi Clio de rallyes, que con 14 años me pareció lo más impresionante del mundo. Le siguió un Subaru Impreza WRC del mundial de rallyes en un tramo cerrado, espectacular. Coches del Campeonato de España de GT e incluso un Fórmula 3 biplaza me parecían los coches más espectaculares en los que podía montar en mi vida.
Pero he de decir que después de montar en el Pagani Zonda R y hacerlo con un ex piloto probador de Fórmula 1 como Andrea Montermini, creo sinceramente que nada podrá superar esta experiencia. Es sinceramente el coche más impresionante que hay sobre la faz de la tierra en este momento, y creo que sólo el Ferrari FXX puede hacerle algo de sombra.
Yo ya tengo una historia grabada a fuego en mi memoria, una historia de la que no me olvidaré en mi vida, y un nuevo reto que superar aunque sólo sea desde el asiento de al lado. Si tuviese 1,4 millones de euros de sobra, estoy seguro de que ocuparía el asiento de la izquierda.
P.D: se que la mayoría de vosotros esperáis un video de la prueba. Como podéis ver en la imagen, me llevé una Go Pro para grabar absolutamente todos los detalles de la prueba, con imágenes desde el exterior e interior del coche. Desgraciadamente, cuando volví a casa y me disponía a descargar esos 8 videos que había grabado, estos habían desaparecido por arte de magia.
Me tiré de los pelos, pero nada se puede hacer ante un fallo de la tecnología. Igual que falló por un momento la mecánica del Pagani Zonda R durante el día de la prueba, también lo ha hecho el de la cámara y nos hemos quedado sin video. Puede ser esta una buena disculpa para proponerle a Horacio Pagani una visita a su factoría y repetir una prueba del Pagani Zonda R en algún circuito italiano.
Toca disfrutar de la completa galería.
En Motorpasión | Pagani Zonda R en Ascari: ante nosotros el coche más impresionante del mundo (parte 1)