Si hace una semana alguien me pregunta “cual es tu coche favorito de entre los superdeportivos”, sin duda hubiese respondido que el Pagani Zonda R, seguido del Ferrari FXX. Ahora, seguiría diciendo lo mismo pero con argumentos más que suficientes para defender mi postura.
He tenido la oportunidad de montar en el Pagani Zonda R en el Circuito Ascari, el sueño de todo aficionado a los coches y una experiencia de la que no me olvidaré en mi vida. Cuando hace una semana recibí la invitación no daba crédito, y ahora, unas horas después de bajarme del coche, sigo tratando de digerir todas las sensaciones que viví en una fugaz vuelta al circuito más exclusivo de España.
Desde el preciso instante en que me confirmaron mi asistencia a la Presentación a la Prensa Nacional del Pagani Zonda R, comencé a dormir mal, tenía temblores y, ese cosquilleo en el estómago que sólo siento cuando voy a estar con un coche muy especial, volvió a hacer acto de presencia en mi cuerpo.
La cita era el pasado sábado día 6 de noviembre a las 16 horas en un sitio muy especial, el Circuito Ascari en Ronda, Málaga. El emplazamiento era perfecto, ya que Ascari es el paraíso para los amantes de los supercoches. Y se había elegido este sitio porque muy cerca de allí, en Marbella se encuentran los cuarteles generales del importador para España y Portugal de Pagani, Guarnieri.
Durante la presentación a la prensa nacional del Pagani Zonda R, íbamos a tener la oportunidad de escuchar a Horacio Pagani que nos daría una breve rueda de prensa para, a continuación, copilotar el Pagani Zonda R con el piloto de pruebas de la marca Andrea Montermini a los mandos.
La noche anterior me acosté pronto para poder estar fresco tras los más de 600 kilómetros que iba a conducir para encontrarme con el Zonda R. A las 8 de la mañana me desperté de forma automática, estaba nervioso y no podía dormir más. Así que decidí coger el coche y salir desde Madrid con calma en dirección a Ronda.
Por el camino, no paraba de pensar en lo que me iba a encontrar en el trazado andaluz. El Pagani Zonda R tiene 750 caballos de potencia, pesa en torno a los 1.100 kilos y su precio supera con creces la nada despreciable cifra de 1,4 millones de euros. Sólo se han fabricado 7 unidades hasta la fecha, aunque con ese número no es el Pagani Zonda más exclusivo, le ganan en ese aspecto el Cinque Roadster y otros.
Llegué a las inmediaciones de Ascari una hora antes de las cuatro de la tarde. El sol brillaba y el termómetro marcaba más de 20 grados, todo un lujo en pleno mes de noviembre. Los alrededores de Ascari son realmente preciosos, y el circuito se encuentra escondido entre las montañas. Pasa tan desapercibido, que desde la carretera es fácil pasarse la entrada si no la conoces.
Afortunadamente yo ya había estado allí en varias ocasiones, la última con motivo de la presentación del Renault Mégane RS (Parte 1 y Parte 2). Así que conociendo dónde era el sitio, decidí entrar a Ascari y esperar hasta las 16 horas allí dentro contemplando los coches que por allí podían pasar en lugar de dar vueltas por el precioso pueblo de Ronda.
Nada más llegar al parking del circuito, me encuentro delante una serie de coches de los “poco habituales”. Al fondo del mismo un Aston Martin DBS descansa tranquilo al lado de un Ferrari 599 GTO de color rojo con el techo negro, precioso. Pero nada más desviar la vista hacia la derecha, y dentro de los boxes, veo otras máquinas mucho más espectaculares.
En un sólo vistazo veo en los boxes un Pagani Zonda F, un Pagani Zonda Cinque Roadster (el mismo que vimos en Cars & Art en Marbella) y la parte trasera del Pagani Zonda R. Sencillamente impresionante. Con cierto nerviosismo bajo del coche y me acerco al pit lane, dónde un amplio grupo de gente está alrededor del Pagani Zonda R.
El aspecto del Pagani Zonda R
Me quedo contemplándolo y mi estómago da vueltas. Es la misma sensación que tuve la primera vez que vi por la calle en Londres un Ferrari Enzo, la misma que tuve al ver ante mi un Bugatti Veyron y la misma que tuve este mismo año en Le Mans con el McLaren F1 GTR. Sin duda estaba ante otro de esos supercoches inigualables, uno de esos que por motivos propios entran en el “top ten” de los coches más deseados del mundo, los más exclusivos y los más deportivos de la historia.
Me paro primero a contemplar la parte trasera del coche. Es radical, impresionante, descomunal. El alerón trasero es gigantesco, al igual que el difusor de aire en la parte baja de la trasera. Los cuatro escapes situados en posición central y rodeados de un perfil ovalado que lo diferencia del resto de versiones del Zonda, impresiona desde el primer momento y promete un sonido realmente impresionante.
Toda la carrocería es de fibra de carbono, desde la primera hasta la última pieza. Cuando llegué a él, el coche estaba sobre los gatos hidráulicos que lo levantan del suelo, los cuales están integrados en el vehículo. Otro detalle más que nos indica que se trata de un auténtico coche de carreras.
El color oscuro de la carrocería crea una combinación perfecta con las llantas de aleación doradas calzadas con slicks Pirelli especialmente desarrollados para este coche. Y una fina línea adhesiva simulando la bandera italiana recorre la parte de arriba de la carrocería de detrás a delante: verde delante, blanco en el medio y rojo detrás.
Me voy hacia la parte delantera y da miedo la forma que tienen las entradas de aire en la parte baja del frontal. Es sencillamente espectacular, y llama la atención lo bien trabajado que está el carbono de todas las piezas tratándose de un coche casi artesanal. En el morro luce una pegatina del perfil de Nürburgring Nordschleife con el tiempo de 6:47 marcado en el mes de junio.
Un grupo de potenciales clientes e invitados de la marca estaban montando en el coche antes de que llegásemos los periodistas invitados. El sonido del coche cuando salía de boxes y cuando se le escuchaba por el otro lado del circuito era auténtica música para los oídos. Lo más parecido que he escuchado a un Fórmula 1.
La cara de satisfacción de la gente cuando bajaban del coche lo decía todo. Nadie podía ocultar tener una sonrisa de oreja a oreja al bajar de una máquina como el Pagani Zonda R, y yo en poco más de una hora tampoco podría, eso seguro.
Cuando uno de los invitados bajó del coche y este descansa sobre el pit lane, me acerco al lateral del Zonda R para echar un vistazo a su interior. Una pequeña ventanilla de plástico como en un coche de carreras deja ver un interior que combina el aspecto de carreras con los detalles típicos de un deportivo de superlujo.
El volante es precioso, tiene el marcador de revoluciones en el centro del aro, y los botones están dispuestos en los dos radios laterales. Detrás del volante, una pantalla electrónica entrega el resto de datos necesarios para sacarle el máximo partido al Zonda R en circuito.
El suelo del coche no tiene ningún tipo de lujos ni refinamientos, vas sentado sobre un asiento backet de fibra de carbono, anclado al suelo de fibra de carbono y con un salpicadero de fibra de cabrono lleno de interruptores. Me muero de ganas por subir en él. Cada vez queda menos.
Continuará...
En Motorpasión | Pagani Zonda R en Ascari: montamos en el coche más impresionante del mundo (parte 2)