Estas fotos de los Bugatti EB110, Veyron y Chiron rodando por el desierto es de lo mejor que vas a ver hoy

Parece que últimamente en Molsheim se están afanando por lucirse, incluso más de lo normal. Si hace unos días veíamos una foto de 33 millones de euros y 9.200 CV mostrando toda su artillería, ahora vuelven a deslumbrar con una batería de fotos muy especial.

En esta ocasión la marca francesa ha vuelto a reunir a algunos de sus coches más importantes, en concreto los dos pilares sobre los que actualmente Bugatti y acompañados del primer Bugatti de la era moderna. Son los Bugatti Chiron, Veyron y EB110, y todos han posado en un negro inmaculado.

Bugatti EB110: el renacimiento fruto de la pasión

El Bugatti EB110 es, posiblemente, uno de los superdeportivos modernos más carismáticos. Fue obra de Romano Artioli, quien pasó de ser un distribuidor de coches de éxito y coleccionista de Bugatti para en 1987 comprar la que era su pasión con un objetivo: crear un superdeportivo moderno y hacer renacer la marca que cesó su actividad en 1956.

Artioli quería lo mejor para el proyecto del Bugatti EB110, así que puso al cargo a Marcello Gandini (exdiseñador de Lamborghini). El fruto fue una creación soberbia para la época, un coche con chasis monocasco de fibra de carbono, carrocería de aluminio, fibra de carbono, fibra y plástico reforzado, llantas de magnesio, tornillería de titanio... La ligereza como premisa fundamental.

Situado en posición central, bajo el capó trasero se escondía un motor también revolucionario para principios de los años 90: un bloque 3.5 V12 con cuatro turbos que era capaz de superar los 600 CV de potencia máxima destinados hacia las cuatro ruedas que le sirvieron para ser el coche de serie más rápido del mundo con una punta de 351 km/h. También fue el más veloz en el 0-100 km/h con 3,26 segundos, además de otros récords.

A nivel técnico el Bugatti EB110 fue un éxito absoluto como también lo fue la repercusión que consiguió en la época. Su problema fue nacer a destiempo. Cuando se lanzó el 15 de septiembre de 1991 (que sería el 110 cumpleaños de Ettore Bugatti, de ahí la denominación EB110) el mundo estaba inmerso en una profunda crisis económica y prácticamente nadie quería estos coches.

Bugatti cerró en 1995 habiendo producido tan solo 128 unidades del Bugatti EB110 en sus dos variantes (GT y Super Sport), aparte de dos coches más de carreras destinados a las carreras de resistencia. En 1997 con la liquidación de la marca, el ** Grupo Volkswagen se hizo con Bugatti** y la llevó de vuelta a Molsheim (Francia), cuna de los primeros automóviles de Ettore Bugatti.

Bugatti Veyron y Bugatti Chiron: velocidad a cualquier precio

Cuando Volkswagen asumió el proyecto de Bugatti y todo su aura mística, el conglomera alemán no podía permitirse lanzar un coche cualquiera. El nuevo renacer de Bugatti, el que supondría la refundación de la marca y la vuelta a sus orígenes, debería ser por todo lo alto.

Al igual que ocurrió con el EB110, el nuevo proyecto de Molsheim debería ser un coche soberbio. Todo lujo, potencia y tecnología sobre cuatro ruedas. Y ni siquiera unas ruedas cualquiera, unas que Michelin tuvo que desarrollar específicamente para el proyecto.

El Bugatti Veyron 16.4 apareció en 2005 y, como su predecesor, lo hizo para convertirse en el coche más rápido del mundo. Una obra ingente de ingeniería desde cualquier ángulo con lo más sorprendente bajo el capó: un motor W16 de 7.993 centímetros cúbicos y (como en el EB110) cuatro turbos y tracción integral.

Las cifras por supuesto fueron abrumadoras en el momento de su presentación con 1.001 CV de potencia máxima y 1.250 Nm de par motor para conseguir una velocidad máxima de 408 km/h y 2,5 segundos para alcanzar los 100 km/h desde parado. Las posteriores evoluciones del Veyron llegaron a los 1.200 CV en el caso de la Super Sport (la unidad usada para las fotos).

Ahora bien, el Veyron se hizo mayor y una década después de su lanzamiento empezamos a escuchar los primeros rumores fundados sobre su sustituto. El Bugatti Chiron irrumpió en 2016 con una carta de presentación similar pero aún más... todo.

Más potencia, más velocidad, más lujo, más tecnología y el mismo lenguaje de diseño evolucionado en un coche absolutamente demencial. 1.500 CV de potencia máxima y 1.600 Nm de par motor procedentes de un bloque con la misma arquitectura que el Veyron: 8.0 W16 cuatriturbo.

La velocidad máxima anunciada fue de 420 km/h (inferior a los 431 km/h del Veyron Super Sport) y elevada hasta unos irracionales 490,484 km/h con una unidad especialmente modificada (prototipo). El mayor reto no era mecánico, sino de integridad en lo referente a unos neumáticos que nuevamente tuvieron que ser desarrollados por Michelin para soportar velocidades de hasta 500 km/h.

De este prototipo se ha derivado el Bugatti Chiron Super Sport 300+, un Chiron alargado 25 cm y potenciado hasta lo 1.600 CV cuya aerodinámica ha sido especialmente revisada. Sólo 30 unidades van a ser producidas de esta máquina y su precio es de unos desorbitantes 3,5 millones de euros.

Lo mejor de todo es que ambos modelos siguen respetando un gusto por lo estético exquisito y haciendo guiños a su pasado. Rasgos históricos como la forma de C del lateral, la herradura frontal, la forma de los alerones o las entradas de aire en el pilar B siguen presentes en la gama y, además, bien integradas.

Ahora estas tres unidades de serie, de los EB110, Veyron y Chiron rinden un bonito homenaje todo en negro y nos sirven para seguir soñando. Porque si ya es difícil ver a cualquiera de estas tres criaturas, verlas juntas es toda una quimera.

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