Nombradme tres productos típicos del país cuya capital es Varsovia. ¿Qué? ¿No? Pues mira que es fácil: schabowe, pierogi y Arrinera. Sí, quizá esto último sea lo más interesante para pasar la tarde: un superdeportivo aventadorado de 650 CV ampliables a 700 CV y 820 Nm de par motor que se vende por 116.740 euros.
Gracias a su motor central V-8 de 6,2 litros pasa de 0 a 100 km/h en 3,2 segundos y alcanza una velocidad máxima de 340 km/h. Vamos, que despeina lo suyo. En sólo 8,9 segundos se planta en 200 km/h, y si tenemos algo menos de 30 segundos libres llegaremos de 0 a 300 km/h. Son 1.300 kilos de estructura de acero y carrocería de fibra de carbono que vuelan.
Para dar rienda suelta a tanto nervio, monta ruedas de dimensiones 255/35 R19 delante y 335/30 R19 atrás, y puede incorporar una cámara de visión térmica que, emplazada en la zona delantera, vigila la presencia de animales o peatones a centenares de metros de distancia. Si el sistema detecta una zona con temperatura superior a la media, se activa un aviso en la consola central.
Pero como no todo en la vida es correr, el Arrinera tiene una potencia de frenado monumental: de 300 km/h a 0 en menos de 7 segundos. Para algo usa frenos de seis pistones y discos de 380 mm delante, y frenos de cuatro pistones y discos de 350 mm atrás. Detrás del Arrinera está la firma de Lee Noble, artífice de piezas como el Ferrari P4 Replica, el Ascari FGT o los Ultima MK1, MK2 y MK3, entre otros.
Fuente | Arrinera Automotive