Frontales, laterales, de rodilla, de cortina, entre los asientos, incluso en los cinturones de seguridad. Desde hace 30 años los airbag son unos de los elementos de seguridad pasiva más extendidos y utilizados en los coches modernos para mitigar las lesiones como consecuencia de los accidentes de tráfico.
Lo que no es tan común es la invención del fabricante ZF, una aplicación de los airbag llevada al exterior de los vehículos. El airbag externo que el fabricante está desarrollando pretende reducir las consecuencias de los impactos laterales.
Un airbag capaz de reducir un 40% las lesiones por choque lateral
El principio de funcionamiento de un airbag es simple pero efectivo. Desde la década de los 90 las bolsas autoinflables se llevan desplegando en el interior de los coches para evitar que las zonas sensibles de los ocupantes impacten contra superficies duras.
Lo que ZF propone con este innovador airbag externo es una gran bolsa de aire que se despliegue en el lateral del vehículo, amortiguando parte de la fuerza cinética en un choque lateral y evitando que esa energía se traslade a los ocupantes del coche.
Norbert Kagerer es el vicepresidente de ZF, y asegura que "llevamos trabajando en este airbag algún tiempo, pero en el pasado no hemos tenido a nuestro alcance la tecnología que necesitábamos". Y es que este sistema requiere algunos gadgets bastante interesantes, tecnologías en las que ZF se ha volcado durante el último lustro yendo más allá de la fabricación de piezas de suspensión, frenos y transmisiones.
Para que el airbag exterior de ZF pueda actuar de manera efectiva necesita un compendio de avances que la compañía ha ido cosechando. Primer se hizo con el fabricante americano de airbag TRW Automotive en 2015 por 13.500 millones de dólares y posteriormente fue adquiriendo sistemas de seguridad, monitorización de pasajeros, radares...
Pero lo más importante de todo es que el sistema es capaz de predecir los impactos en lugar de esperar a que éstos ocurran, que es como los airbag trabajan habitualmente. El sistema de ZF es capaz de detectar un vehículo que circula en una trayectoria perpendicular, analizar las trayectorias convergentes y esperar al momento indicado para desplegar el airbag exterior unos pocos milisegundos antes del choque.
Lo mejor del sistema denominado Proactive Side Impact Protection es que una vez desarrollado puede aplicarse en cualquier zona del vehículo, protegiéndolo de impactos frontales, laterales y alcances traseros. El único handicap es su tamaño, muy voluminoso y cuyas bolsas deben esconderse en alojamientos situados bajo la carrocería.
Según los datos ofrecidos por la compañía, este sistema es capaz de reducir hasta un 40% las lesiones sufridas por los ocupantes en un impacto lateral.
ZF espera que su airbag externo esté listo en 2023 y contribuya a conseguir carreteras más seguras y un nuevo avance para estimular la llegada de los coches autónomos.
