Los crash test a veces desvelan cosas curioras, como en el caso de los Jeep Wrangler y Cherokee. Cuando se habla de este tipo de pruebas lo normal es que lleguen pensamientos de vehículos modernos, con carrocerías deformables, infinidad de airbags, etc. Y en la pareja de la que hablamos esas características pertenecen más al Jeep Cherokee ¿no?
El Insurance Institute for Highway Safety (IIHS) es una organización estadounidense independiente y sin ánimo de lucro cuyo objetivo es reducir las lesiones y muertes en carretera y ha realizado un crash test con estos dos coches cuyo resultado rompe con esa teoría de que el coche más seguro es el más moderno. Ojo, es una prueba concreta, no en general.
La prueba consiste en una colisión a 64 km/h contra un muro que cubre un cuarto del frontal del vehículo, concretamente el izquierdo. Esta prueba reproduce un accidente muy común, el que se produce por alcance a un coche que nos precede y que generalmente intentamos esquivar y no golpeamos de lleno, sino con una de las esquinas del frente de nuestro coche.
En esta prueba concreta el Cherokee sale perdiendo, obtiene buena nota en protección de cabeza y cuello, pero hay otros puntos de evaluación donde sus calificaciones son bajas. Sin embargo el Wrangler cuadradote lo hace francamente bien. ¿El motivo? porque se escapa diagonalmente desintegrando la aleta y el impacto recibido es mucho menor.
