El club ADAC alemán ha llevado a cabo unas pruebas de choque sobre el Mitsubishi i MiEV, el coche eléctrico de la alianza PSA-Mitsubishi. Estos resultados aplican totalmente al Citroën C-Zero y Peugeot i0n, son el mismo coche y se fabrican en el mismo lugar.
Primero han hecho una prueba de colisión frontal a 64 km/h (concretamente frontolateral con solapamiento), siguiendo la metodología EuroNCAP. Aunque reconocen que hay potencial a la mejora en la zona de rodillas y piernas, da buen resultado (72,5/100). Es comparable a los siguientes vehículos: Renault Twingo (70,6/100), Volkswagen Fox (86,9/100) y smart fortwo (80,6/100).
Según EuroNCAP, el Twingo tiene cuatro estrellas EuroNCAP, así como el Fox y el fortwo, como podemos ver en su categoría Superminis. Por lo tanto, la seguridad del i MiEV y sus primos C-Zero e i0n equivale a cuatro estrellas según el método de medición previo a 2009, distinto al sistema actual.
En una segunda prueba, se hizo una colisión trasera al estilo de la normativa norteamericana, a 80 km/h con una barrera de 1.400 kg. Hay que destacar que tanto el motor eléctrico como las baterías van ubicadas en esa zona. ¿Cómo es de seguro un coche eléctrico en caso de colisión trasera?
Pues hay buenas noticias. El vehículo detectó la gravedad del impacto y cortó inmediatamente todo el sistema de alto voltaje. Las baterías, aunque recibieron un impacto muy fuerte, no llegaron a romperse ni se derramaron los reactivos del interior. Cumple perfectamente con la normativa de seguridad.
Asímismo, el RACC ha valorado que no solo no implica un bajo riesgo para los pasajeros, también para los bomberos si hay que realizar un rescate. La protección adicional de las células energéticas de fibra de vidrio se mostró eficaz. Quién lo diría, viendo cómo quedó la parte trasera, hay vídeo bajo estas líneas.
Admiten un potencial a la mejora, pero dicen textualmente “El vehículo demuestra que la seguridad en los vehículos eléctricos no tiene nada que envidiar a la seguridad en coches comparables con motor de combustión”. Pero volvamos al hipotético rescate por parte de los bomberos.
La tercera prueba simuló un rescate, para ver si el sistema eléctrico podría presentar problemas. Existe un sistema para que los servicios de emergencia puedan deshabilitar todo el sistema de alto voltaje si no se ha hecho de forma automática. En este caso, toda la ingeniería funcionó como se esperaba.
Estos resultados nos ayudan a irle perdiendo el miedo a los coches eléctricos. Tener una gran batería no es más peligroso que tener un depósito lleno de gasolina, de materiales más frágiles y con más riesgo de explosión. Además, aunque este modelo parezca de juguete, se comporta como uno de los de toda la vida.
Vídeos del crash test
Por gentileza del RACC podemos ver la colisión frontal en dos ángulos, el lateral y frente al parabrisas. Estas imágenes están rodadas a alta velocidad, por lo que podemos ver el proceso a cámara lenta. Las dos secuencias duran 50 segundos cada una.
También se puede ver la embestida trasera. Evidentemente la parte trasera de coche se va a hacer puñetas, pero las puertas no llegan a doblarse. El asiento trasero describe un movimiento considerable pero recordad que un guantazo por detrás a 80 km/h le duele a cualquiera. Parece que se puede sobrevivir a ese impacto.
Esto debería verlo cualquier aficionado a circular pegado al paragolpes de otro coche, “cagaprisas” en un lenguaje más vulgar. Igual más de uno reacciona y se lo vuelve a pensar para la próxima vez.
Estos tres modelo se comercializan ya desde mediados de diciembre de 2010. La planta japonesa de Mitsubishi ya ha mandado al continente europeo 2.500 unidades entre las tres marcas, que se fabrica desde octubre.
Vídeo | Youtube (I, II, III)
Fuente | RACC
En Motorpasión | EuroNCAP: cómo funciona el nuevo sistema
