La guerra entre los bomberos de San Francisco (EEUU) y los robotaxis se intensifica tras un incidente que tuvo lugar cuando dos taxis sin conductor de Cruise supuestamente bloqueasen el paso de una ambulancia que transportaba a un herido grave que había sufrido un atropello. Esto retrasó la llegada del paciente al hospital, que finalmente falleció.
Mientras que el departamento de bomberos de San Francisco lleva tiempo avisando que los robotaxis podían ocasionar un grave problema de seguridad y pide responsabilidades, la compañía Cruise desmiente la versión de los bomberos y no asume ningún tipo de culpa.
Crónica de una desgracia anunciada
Los servicios de emergencia de San Francisco y la empresa Cruise han ofrecido versiones contradictorias del grave incidente de tráfico que tuvo lugar poco antes de las 23 h del pasado 14 de agosto en la ciudad californiana y que lamentablemente, acabó con un peatón víctima de atropello fallecido.
Por una parte, el departamento de bomberos asegura en el informe oficial que realizó tras el incidente que dos de los robotaxis sin conductor de la compañía Cruise retrasaron su intervención, bloqueando el paso de la ambulancia que debía trasladar al hospital de inmediato al herido con lesiones críticas. Este, acabó falleciendo en el hospital 20 minutos después de su llegada, a consecuencia de las graves heridas que presentaba.
Por su parte, la compañía Cruise niega que sus dos robotaxis bloqueasen el paso de la ambulancia. Para demostrarlo, presuntamente ha aportado un vídeo del incidente completo a las autoridades en el que se muestra cómo uno de los robotaxis “abandona rápidamente la escena del accidente, mientras que otro permanece congelado en la intersección con un carril libre a su derecha por el que se podía circular”, reportaba FOX.
La cadena de TV ha publicado un fragmento de estas imágenes y la propia Cruise ha aportado este vídeo también a medios como The Guardian o el New York Times.
En cualquier caso, los registros del departamento de bomberos muestran que entre 20 y 30 minutos después de que la víctima llegara al hospital más cercano, murió a causa de sus heridas. Los bomberos afirman que el retraso en el traslado, “por mínimo que fuera”, causado por los coches Cruise “contribuyó al fatal desenlace del paciente, retrasando la atención definitiva necesaria en casos de traumatismos graves”.
Y es que, la rapidez en tratar a un herido grave tras un accidente es crucial. Se denomina “hora de oro” por Adams Cowley: este pionero en la atención de los traumatismos afirmaba que si los pacientes lesionados reciben atención apropiada dentro de la primera hora de la lesión se pueden evitar ni más ni menos que el 75% de los fallecimientos.
El episodio, ocurrido apenas cuatro días después de que la Comisión de Servicios Públicos de California permitiera a las empresas de AV Cruise y Waymo ampliar sus servicios de robotaxi en San Francisco, pone de relieve los delicados retos logísticos -y las diferencias de percepción- que están acompañando al debut de los taxis autónomos sin conductor en los EEUU.
Hasta 74 incidentes entre los servicios de emergencia y los robotaxis en 16 meses
El incidente es solo uno de los al menos 74 ‘episodios conflictivos’ conocidos entre el departamento de bomberos de San Francisco y los cientos de robotaxis de Cruise y Waymo, (propiedad de Alphabet) que se han producido ya en las calles de San Francisco en los últimos 16 meses.
“Sólo con que un coche se quede parado estorbando estamos jodidos” ha dicho a Forbes la jefa del departamento de bomberos, Jeanine Nicholson. “Los segundos importan cuando se trata de una emergencia. Un incendio puede duplicar su tamaño en un minuto, o en una llamada médica, un minuto más significa literalmente que más de tu corazón morirá”.
Nicholson ya lleva meses avisando que estos vehículos “no están preparados para el prime time”, refiriéndose al momento clave de las emergencias.
En teoría los robotaxis están programados para no interferir en estas situaciones, pero en la práctica, como explica la jefa de bomberos, en cuanto detectan unas luces de emergencia estos coches “se paran en seco en medio de la carretera, como un corzo cegado por unos faros”. Además, no detectan las barreras ni las cintas que precintan una zona e impiden el paso.
Nicholson no está en contra de esta tecnología y “entiende el camino que está tomando la industria”. Pero insiste en que hay que arreglar lo que no funciona ahora, antes de que los robotaxis se sigan expandiendo y pueda haber más víctimas que lamentar.
Por el momento, aunque hay una investigación en curso tras lo ocurrido el pasado 14 de agosto, los robotaxis siguen operando con normalidad en San Francisco.