Se trata de pintar el badén sobre el asfalto, pero simulando un objeto en 3D. A la vista del conductor, el resalte está ahí, pero al pasar por encima, la superficie es completamente plana. El coche no sufre y el conductor se ve obligado a frenar para no dejarse los bajos. Porque hay que reconocer que para algunos, la definición resalto es un verdadero eufemismo.
Pero le veo una contraindicación. A la tercera vez que pases, sabrás que es falso, por lo que el “efecto engaño” habrá pasado a la historia. Para hacerlo funcionar, habría que ir cambiando entre verdadero y falso, en distintos puntos de la ciudad, aleatoriamente. No todos los coches sufrirían, pero sí todos los conductores estarían atentos por si le toca a él. Pero parece bastante inviable, desde mi punto de vista.
Vía | Neatorama
Más información | CBS
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