Aunque no te lo creas, este mecánico sobrevivió al atropello de un coche sin control que se empotró en su taller. El vídeo es espeluznante

Aunque no te lo creas, este mecánico sobrevivió al atropello de un coche sin control que se empotró en su taller. El vídeo es espeluznante
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El vídeo pone los pelos de punta. Ha sucedido en un taller en EEUU: un coche entra como un elefante en una cacharrería llevándose a un mecánico por delante. El operario literalmente desparece bajo el coche.

Viendo las imágenes parece imposible que incluso sobreviviera al atropello. Pero lo hizo. Bien se puede decir que ha vuelto a vivir.

Un milagro que tiene explicación

El capítulo en cuestión fue grabado por la cámara de seguridad del taller y lo publicó originalmente en Twitter un usuario: "¡Madre mía! Esto acaba de pasar en el taller de mis suegros. Dijeron que estaba bien. Bendito sea". Desde luego, parece un milagro que fuera así.

Primero vemos como el mecánico abre la puerta de acceso al taller y luego tranquilamente se dispone a colocar los elevadores de la plataforma. En ese momento, un Scion xA entra a una velocidad más elevada de la que debiera, le atropella y acaba chocando contra el armario de herramientas. Al operario dejamos de verle.

El conductor se baja del coche, muy asustado y lamentando lo ocurrido. No era para menos. "¿Estás bien, estás bien?". También los otros mecánicos del taller que acuden rápidamente para asistir a su compañero, temiéndose lo peor, mirando bajo el coche y gritando su nombre: Sam.

Según publican en The Drive, milagrosamente el mecánico atropellado sólo sufrió un golpe en la cabeza, y no excesivamente grave. Además, se lo hizo al golpearse contra el armario. ¿Cómo es posible?

Principalmente gracias a los topes que el Scion xA llevaba en los paragolpes y también a que el coche alineó sus ruedas con el elevador. Eso permitió que Sam quedara entre los dos topes y también le dio algo de margen desde el suelo: así, se precipitó hacia atrás intentando esquivar el coche, golpeándose con el armario en la cabeza, pero no siendo golpeado por el pequeño utilitario.

Parece que esto ocurrió porque al coche le fallaron los frenos, lo que impidió que se detuviera al entrar al taller y se precipitara sobre la plataforma elevadora. El susto no se lo quitó nadie, como tampoco al pobre Sam que puede estar más que agradecido de haberlo contado.

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