Hay a gente que el espíritu navideño le invade a tal nivel que no es que decoren su salón, el balcón o la entrada de su casa: convierten a sus coches en una suerte de árboles de Navidad, con un sinfín de luces adornando su carrocería. Y así se pasean por calles y autopistas, para terror de conductores fotosensibles.
Esta moda cada vez está más extendida, ya sea en Europa o en EEUU. Lo demuestran los vídeos cada vez más numerosos que publican los usuarios. Pero la gracia, según donde se resida, puede salir muy cara: la normativa no siempre lo permite y puede caernos una estupenda multa. España no es una excepción.
Multas de 200 euros o más
En TikTok o Youtube encontramos no pocos vídeos de coches luciendo palmito decorados a lo largo y ancho de su carrocería con luces de colores. Hay modelos de todo tipo y precio: desde un Tesla Model 3 a un Bugatti Chiron pasando por un Skoda Octavia. Encontramos hasta tutoriales de cómo hacerlo, o a los propios conductores pegando las luces con celo sobre los paneles de su montura para después mostrar el resultado final.
Tan numerosos son los coches mutando en abetos navideños rodantes en EEUU, que las autoridades están recordando que esta decoración es ilegal. Sirve de ejemplo la policía de tráfico de Wyoming que recuerda en esta publicación en Facebook que no se puede circular con vehículos con lámparas o dispositivos "capaz de mostrar una luz roja o azul visible directamente desde el centro de la misma".
Esto es así porque puede despistar al resto de conductores, ya que podrían confundirlos con un vehículo de emergencia. También porque no se distinguen correctamente las propias luces del vehículo: por ejemplo si un coche frena, enciende las luces de emergencia o da marcha atrás. E igualmente provoca distracciones, como recuerda un agente entrevistado sobre esta creciente práctica. Lo mismo ocurre en estados como Indiana o Illinois.
En España puede ser ilegal. Y te puedes cargar la carrocería. En nuestro país, la normativa sobre reformas en vehículos especifica que no se pueden disponer elementos que sobresalgan del ancho del vehículo: decenas de las bombillas lo hacen ligeramente, así que bien se podría aplicar el precepto. Y ya no digamos si nos da por poner unos cuernos de reno al coche. De hacerlo se consideraría reforma y exigiría homologar estas modificaciones. Y circular sin hacerlo puede suponer una infracción grave o muy grave.
Por otro lado, cualquier decoración que tape las placas de la matrícula, impidiendo la correcta identificación del vehículo también supone una infracción grave. Y si un agente determina que es susceptible de desprenderse y caerse a la carretera, igualmente es una infracción muy grave. O bien si esta decoración nos impide una correcta visión mientras conducimos. Así, hablamos de multas que van desde los 200 euros a los 500 euros.
El exceso de espíritu navideño también puede pagarlo el coche en sí. Si las luces las pegamos con celo, cinta aislante o cinta americana, el adhesivo puede dejar residuos complicados de eliminar sobre los paneles. Asimismo, las propias bombillas y sus cables pueden arañar la pintura. Repintar un coche tampoco es precisamente barato.
Teniendo todo esto en cuenta, llevar la decoración navideña a la carretera no es la mejor de las ideas: mejor limitarla al hogar y ya. Además, si lo hacemos, tenemos altas papeletas de que nos pillen: no pasaremos desapercibidos precisamente ante un control de tráfico o posibles dispositivos de vigilancia.