De 125 tramos de concentración de accidentes con víctimas localizados en las carreteras españolas, sólo ocho de ellos están señalizados como tal y, de los más de mil radares distribuidos a lo largo y ancho de nuestra geografía, sólo siete de ellos están en estos puntos peligrosos.
Así lo demuestra un informe recientemente publicado por AEA (Automovilistas Europeos Asociados), que recoge los datos de siniestros con víctimas en el periodo 2009-2013 y evalúa la peligrosidad de unos tramos que, en la mayoría de los casos, empeora en vez de mejorar. Mientras, la DGT se encarga de airear el descenso del número de muertes en carretera.
Pero lo que la Dirección General de Tráfico no comenta del incremento de accidentes de tráfico con víctimas, que durante el año 2013 fue un 7,7% mayor que en el año precedente. En cifras absolutas este porcentaje significa 6.404 accidentes con víctimas más en un solo año. El deterioro de las carreteras por falta de inversión en su mantenimiento juega un papel importante.
Pero tampoco estaría de más señalizar los puntos con alta siniestralidad y, puestos a rizar el rizo, su revisión y acondicionamiento para mejorar la seguridad. Según este estudio, las carreteras españolas han mejorado en general, pero la gran mayoría de estos puntos peligrosos sacan peor nota que en el informe anterior y muchos de ellos hasta duplican su índice de peligrosidad.
¿Y los radares fijos? En teoría su función es de protección y su ubicación persigue frenarnos ante un peligro. Dicho así suena convincente, aunque una correcta señalización de dicho peligro podría ser más efectiva que un aviso de radar en las proximidades. Pero de los 125 puntos más peligrosos de España sólo siete tienen un radar instalado, esto que contradice esa función protectora y nos lleva a pensar en partidas presupuestarias y recaudación por multas.
¿Las autopistas de peaje son más seguras?
Sí, los peajes son más seguros, aunque de los 2.539 km que forman la red nacional de autopistas de peaje, 40 km tienen un índice de peligrosidad 3,6 veces superior a la media de este tipo de vías. En total suman 456 accidentes y 751 víctimas del año 2009 a 2013. Sin embargo la ubicación de los radares parece más lógica: 12 radares en 40 puntos peligrosos, una relación mucho más favorable que los 7 en 125 km de las carreteras convencionales.