La DGT acostumbra a alertar de diversas malas prácticas por parte de los conductores que suponen un alto riesgo para la seguridad vial, de modo que recientemente volvió a la carga para concienciar sobre la importancia de erradicar el llamado 'efecto elefante'. Pero ¿qué es, por qué es peligroso y cómo podemos evitarlo?
Qué es el efecto elefante. Grosso modo, es el problema derivado de no utilizar correctamente un sistema de retención en la parte trasera, ya sea el cinturón de seguridad para un pasajero o para amarrar alguna carga u objeto que transportamos en las plazas posteriores.
Por la inercia y el "efecto elefante", la fuerza con la que un objeto suelto dentro del #vehículo golpearía a cualquier ocupante se multiplicaría hasta por 40 veces su peso a 50 km/h. Imagina si fuese un niño mal anclado o sin sujeción.
— Dir. Gral. Tráfico (@DGTes) July 29, 2020
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Por qué es peligroso. El riesgo surge en caso de un frenazo brusco o de sufrir un accidente de tráfico pues, debido a la inercia, cualquier objeto que viaje suelto en un automóvil saldrá disparado hacia delante, impactando con los asientos delanteros a una fuerza multiplicada en función de su peso y de la velocidad a la que circule el vehículo.
Así, un niño de tres años cuyo SRI estuviera mal anclado y viajara en el asiento trasero, en caso de accidente, golpearía al conductor u ocupante del asiento delantero con la misma fuerza que si se hubiera convertido en una jirafa (a 50 km/h) o en un elefante (a 90 km/h), explica Tráfico.
De ahí nació precisamente una antigua campaña publicitaria francesa que rezaba "no viaje con un elefante en el asiento trasero", y de la cual la DGT ha adaptado el término 'efecto elefante'.
Pero si cogemos un supuesto en el que pasajero de las plazas traseras pesa 75 kg, su impacto con el asiento delantero sería equivalente al peso de un elefante de 4,2 toneladas, según las cifras facilitadas por la DGT.
Los pequeños objetos también una amenaza sin van sueltos
¿Y si llevo mascotas? Según el último informe del RACE, en caso de accidente a 50 km/h, el peso de cualquier animal que viaje suelto en el habitáculo se multiplica por 35.
Como ejemplo, un perro de tamaño pequeño, de entorno a unos 5 kg, en el caso de un accidente a una velocidad de 60 km/h, multiplica aproximadamente por 56 su peso debido a la inercia. Además, la multa en estos casos va desde los 80 euros (si el animal no va correctamente sujeto) y los 200 y los 500 euros (si invade el espacio del conductor o viaja en su regazo, suelto).
Pero no hace falta a irse a personas o animales para ver la amenaza que supone dejar cualquier objeto suelto por pequeño que sea. Prosiguiendo con la ejemplificación de Tráfico en el mundo animal, una tablet (560 g) impactaría con la misma fuerza que lo haría un perro de 23 kg, a 50 km/h; o un San Bernardo (75 kg), a 90 km/h.
De igual forma, un ordenador portátil (2,2 kg), que es habitual llevarlo guardado en la funda sobre el asiento trasero, supone una carga que en caso de frenazo o accidente impactaría con la misma fuerza que si fuese un jabalí (85 kg) o un oso pardo europeo (275 kg), a 50 km/h y 90 km/h respectivamente, siempre de acuerdo con las estimaciones facilitadas por Tráfico.
Cómo evitar el efecto elefante. Sencillamente, cumpliendo con la normativa haciendo uso del sistema de retención, lo que reducirá el riesgo de impacto en caso de frenazo o accidente y, de paso, evitaremos un multa.
Y es que si atendemos al Artículo 18.1 del Reglamento General de Circulación, relativo a las obligaciones del conductor, se refleja que este "deberá cuidar especialmente de mantener la posición adecuada y que la mantengan el resto de los pasajeros, y la adecuada colocación de los objetos o animales transportados para que no haya interferencia entre el conductor y cualquiera de ellos".
Esta infracción está tipificada en la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial como falta grave y acarrea una sanción de hasta 200 euros.
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