La Comisión Europea ha publicado las cifras provisionales de siniestralidad vial por millón de habitantes en las carreteras de los diferentes países del Viejo Continente durante 2020. Unos datos que han situado a España entre los países más seguros de Europa y, por ende, refuerzan a la DGT tal y como celebra la institución en un comunicado emitido, pero que hay que cogerlos con pinzas.
España terminó el pasado año con una tasa de 29 fallecidos por millón de habitantes, lo que le sitúa por debajo de la media de la UE (42/millón de habitantes) y como el cuarto país de la Unión Europea con menor tasa de mortalidad por accidente de tráfico, solo por detrás de Suecia (18), Malta (21) y Dinamarca (27).
Si se tiene en cuenta a Suiza (26), Noruega (18) e Islandia (22), todos ellos fuera del grupo de los Veintisiete, España sería el séptimo país de Europa con mejor índice (o menos malo, más bien). Aquí se puede ver el listado completo.
Además, es llamativo que, por primera vez en la historia, España se sitúa por delante de países de referencia en seguridad vial como Holanda (31), Alemania (33) y Francia (39).
Todo ello, al menos, hasta que dentro de uno meses se conozcan los datos consolidados de siniestralidad vial por millón de habitantes.
Según los datos publicados este mes de abril, 18 de los estados miembros registraron un menor número de fallecidos, aunque la reducción ha sido desigual. Los descensos superiores al 20% se produjeron en Bélgica, Bulgaria, Dinamarca, España, Francia, Croacia, Italia, Hungría, Malta y Eslovenia. En cambio, países como Estonia, Irlanda, Letonia, Luxemburgo y Finlandia aumentaron el número de personas fallecidas.
España, por su parte, parece también reflejar una tendencia a la baja si se coge como referencia 2019, cuando se registró una media de 36 fallecidos en siniestros de tráfico por millón de habitantes. En dicho año, España fue el séptimo país de la UE con la media más baja en este indicador.
Mejoras en seguridad, pero con 'peros' y en contexto atípico
También es una señal positiva el progreso que se ha conseguido a nivel de seguridad vial en España a lo largo de la última década. En el periodo de 2010-2020, España es junto con Croacia (44%) el segundo país que más redujo el número de fallecidos en siniestro viales, por detrás de Grecia (54%).
Sin embargo, si se ponen los datos en contexto, la evolución no es tan halagüeña como puede parecer en un primer momento.
Sí, España ha reducido los accidentes mortales casi a la mitad durante la última década; pero la realidad es que la DGT fracasó en su intento de reducir a la mitad la siniestralidad vial durante ese periodo como pidió la ONU.
Pero no solo la DGT, sino prácticamente la totalidad de las instituciones homólogas que regulan la materia de Tráfico en cada país de Europa. De hecho, solo Grecia cumplió el objetivo marcado menguando un 54% los fallecimientos en carretera.
Asimismo, las cifras provisionales de la Comisión Europea estiman que el año pasado en toda la Unión Europea fallecieron 18.000 personas por siniestros viales, lo que supone un descenso del 17% (-4.000 fallecidos) en comparación con 2019.
Sin embargo, el estallido de la pandemia del COVID-19 en Europa en el primer trimestre de 2020 y los consecuentes confinamientos imposibilitan tomar estos datos como buenos para establecer comparaciones estadísticas. Algo que ya sucedió principalmente en la Semana Santa de 2020 y, en menor medida, en la misma festividad de este año.
"Los menores volúmenes de tráfico, como consecuencia de la pandemia de COVID-19, tuvieron un impacto claro, aunque no medible, en el número de víctimas mortales de accidentes de tráfico", señala la Comisión Europea.
En la misma línea, Pere Navarro, director de la DGT, ha afirmado que "es cierto que en 2020 hemos reducido los fallecidos por accidente de tráfico, pero es un año atípico en el que la pandemia lo ha condicionado todo; por tanto, ahora el reto es consolidar esa tendencia. Hemos tomado medidas normativas que necesitan un tiempo para consolidarse y para comprobar la efectividad de las mismas".
Pese a ello, no hay que olvidad que las primeras cifras de siniestralidad vial de 2020 dejaron en España 870 víctimas a pesar del descenso en los desplazamientos.
España (y el mundo en general) se encamina hacia el segundo año consecutivo en el que el escenario inusual en materia de movilidad no permitirá discernir con claridad si las medidas tomadas por la DGT, como las furgonetas camufladas o el endurecimiento de la vigilancia de las carreteras, tiene realmente un impacto positivo.
No obstante, el cambio más significativo y el gran valedor de la DGT será la reforma de la Ley de Tráfico que está en trámite para endurecer la sanción por el uso del móvil o por no ponerse el cinturón de seguridad, entre otros. Además, desde el 11 de mayo también se harán efectivos los nuevos límites de velocidad en ciudad.
Con todo ello, España espera poder contribuir de forma positiva al 'Marco de la política de la Unión Europea en materia de seguridad vial para 2021-2030', un extenso plan de acción a nivel europeo cuyo fin es lograr cero fallecimientos en las calzadas para 2050.
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