Sí, esta foto es real y retrata a un coche circulando por la autovía de Málaga, en plena hora punta, con dos enormes tubos cruzándolo y sobresaliendo peligrosamente. La imagen, captada por el pasajero de otro automóvil, ha sido publicada por Social Drive en su perfil de Twitter.
La Guardia Civil está tratando de identificar a este irresponsable automovilista como presunto autor de un delito contra el tráfico por conducción temeraria. Para ello dispone de estas fotos y está recabando las imágenes captadas por las cámaras de vigilancia de tráfico.
Este nuevo y surrealista capítulo se suma a otros esperpentos que han tenido lugar en los últimos días, como varios coches dándose la vuelta en plena autovía para eludir un control o el mecánico con el permiso retirado que falsificaba matrículas para poder circulando.
Podría ir a prisión y quedarse sin carnet hasta 10 años
Según detalla la Cadena Ser, este conductor fue fotografiado cuando circulaba en esta autovía, en sentido Torremolinos, a la altura del Palacio de Ferias y Congresos de esta ciudad andaluza.
Siendo hora punta, el resto de conductores y pasajeros que estaban en el habitual atasco de esta vía no debieron dar crédito a lo que veían. No extraña por tanto que uno de ellos lo inmortalizara y enviara las fotos a esta red social de alertas de tráfico, que suele publicar burradas de este tipo en su cuenta de Twitter.
Ni corto ni perezoso, este conductor consideró que era buena idea transportar dos largos tubos en su coche de tres puertas: una carga que por dimensiones nunca debiera acarrear un turismo, ya que a todas luces sobresale mucho más de un 15 % de la planta del automóvil (el máximo permitido según determina el Reglamento General de Circulación).
Y falta de baca, los colocó en el interior del coche, cruzándolos desde el maletero a la ventanilla del pasajero delantero, sobresaliendo por ambos lados, y quedando el portón y el cristal abiertos. En la imagen no se aprecia si los había asegurado de alguna manera o no.
Sea como fuere, no estamos hablando de un mero caso de carga mal colocada, que supondría una multa administrativa de 200 euros, o de no señalizarla, sino que habría incurrido en un delito de seguridad vial.
Y es que se trata de un buen ejemplo de conducción temeraria, que se define como circular con un coche o vehículo a motor con "temeridad manifiesta" y poniendo en peligro al resto de los usuarios de la vía.
No en vano, los tubos no solo sobresalían notablemente siendo susceptibles de impactar con otros vehículo o de golpear a un ciclista o peatón, sino que también podrían haberse desprendido al no ir correctamente sujetos. Por no mencionar lo "divertido" que tuvo que ser gobernar el coche de esta guisa.
Así, este imprudente conductor puede enfrentarse a penas de cárcel de seis meses a dos años y la retirada del carnet de conducir entre más de un año y hasta seis años, según recoge el Artículo 380 del Código Penal.
Aunque si el juez determina que circulaba con manifiesto desprecio por la vida de los demás, la pena podía ser mayor: si no ha ocasionado víctimas, como parece ser el caso afortunadamente, se enfrentaría a prisión entre uno y dos años, multa de seis a doce meses y la suspensión del permiso entre seis y 10 años.
Además, la conducción temeraria se engloba entre las sanciones muy graves de tráfico, suponiendo una multa de 500 euros y la retirada de seis puntos del carnet.