"Las carreteras pertenecen a los humanos, por lo que las palomas deberían haberse apartado del camino". Así se ha justificado ante la policía un taxista japonés después de haber sido detenido en Tokio por atropellar intencionadamente a una paloma.
Atsushi Ozawa, de 50 años, debía tener una mala jornada el día que decidió encararse con un grupo de palomas, sin saber que gracias a las cámaras de videovigilancia le identificarían unos días después.
La paloma tuvo su propia autopsia
Al parecer, Ozawa "usó su coche para matar una paloma común, que no es un animal de caza", dijo un portavoz de la policía de Tokio a la agencia de noticias AFP. El taxista pisó el acelerador para tratar de arrollar a una bandada de estos pocos queridos animales, logrando matar a uno de ellos.
Fue el ruido del motor lo que alertó a un peatón, que dio el chivatazo a la policía.
Pero hay más. De acuerdo a la información publicada por The Japan Times, la policía de Tokio hizo que un veterinario realizara una autopsia a la desventurada paloma y determinó que la causa de su muerte fue un shock traumático. La policía calificó su comportamiento de "altamente malicioso" para un conductor profesional por lo que, de ser declarado culpable, Ozawa pagará una multa por violar las leyes de protección de la vida silvestre.
Si bien en Japón se puede cazar legalmente un número limitado de palomas, sus primos salvajes y urbanos sólo pueden matarse si resultan una molestia comprobada (por ejemplo, si causan daños a cultivos y ganado) y sólo con la aprobación de las autoridades locales.
En 2019 otra paloma saltó a la fama por librar a un hombre de una multa. Ocurrió en Rumanía: en el preciso momento en el que el dispositivo de control de velocidad se disponía a retratar al infractor por exceso de velocidad, una paloma voló extendiendo sus alas para tapar la cara del automovilista en cuestión.
Nos caen mal pero en el fondo son animales adorables.