En pleno debate en España acerca de los carnet de conducir de personas mayores de 65 años -el Gobierno ha anunciado que modificará los plazos y las pruebas para que este sector de la población pueda renovarlo- nos llega de Italia la historia de una mujer que no está dispuesta a dejar de conducir.
Con 100 años recién cumplidos, Candida Uderzo acaba de renovar su carnet.
Licencia hasta 2024
Según relatan los medios locales, Candida ha decidido renovar su licencia para mantener su independencia, al menos durante los dos próximos años.
Y es que en Italia, a partir de los 80 años se debe pasar un reconocimiento médico cada dos años que garantice el mantenimiento de las habilidades psicofísicas imprescindibles para conducir con seguridad.
Hasta los 50 años la renovación es cada 10 años; cada cinco años para titular entre los 50 y 70 años y cada tres años después de los 70.
En el caso de Candida, según la autoescuela donde hizo la renovación (algo usual en Italia), está en perfectas condiciones para seguir conduciendo hasta 2024, cuando cumpla 102 años.
Su hijo, asombrado de que haya obtenido dos años más de carnet, asegura que Candida lee el periódico sin gafas y que solo ha estado una vez en el hospital por una hernia. Lleva desde que cumplió 50 años conduciendo y asegura que nunca ha necesitado tomar pastillas ni medicación. "Solo para dormir".
Usa con frecuencia el coche y la bici para desplazarse y practica el senderismo.
En Italia, una vez que se ha obtenido del médico de familia el certificado de anamnesis indicando posibles patologías, el médico del centro psicotécnico o la autoescuela somete al paciente al examen oftalmológico y auditivo.
El candidato debe demostrar una agudeza visual para los dos ojos de al menos siete décimas con al menos dos décimas para el ojo más débil y percibir el significado de una conversación a no menos de dos metros.
También se realizan controles de presión arterial y frecuencia cardíaca , así como preguntas psicológicas.
En España está estipulado que a partir de los 65 años se apliquen plazos inferiores al grueso de conductores que, según tipo de permiso y vehículo, oscila entre los 10 años y los cinco años.
Pero antes de 2023 esta situación cambiará, al considerarse tanto las pruebas psicotécnicas como los plazos insuficientes para garantizar la seguridad al volante.
En el corazón del problema, personas de avanzada edad que no comprenden los riesgos que entraña la conducción en ciertas circunstancias, que por otro lado pueden no tener alternativas de transporte, pero que han seguido un sistema obsoleto de renovaciones y psicotécnicos donde no hay límite de edad para seguir conduciendo.