Como cada año la DGT ha presentado el balance de siniestralidad vial, y el de 2018 si bien no dibuja un horizonte esperanzador, presenta datos consolidados ligeramente mejores que los de 2017, si es que se puede definir así cuando hablamos de víctimas. El año pasado se produjeron en España 102.299 accidentes de tráfico con víctimas, en los que perdieron la vida 1.806 personas y otras 138.609 resultaron heridas.
A pesar de que son 24 víctimas menos que el año pasado, siguen siendo cifras inasumibles y la DGT ya sabe que no cumplirá con los objetivos de la ONU para 2020.
Ya hay casi 27 millones de conductores
El balance de siniestralidad vial de 2018 ha sido presentado hoy por el director general de tráfico, Pere Navarro, y se trata de cifras consolidadas a 30 días y por tanto definitivas de la accidentalidad vial en España.
Como contexto, durante 2018 han aumentado un 1,9 % los desplazamientos de largo recorrido, llegando a 416,4 millones de movimientos. También han aumentado un 7 % las matriculaciones de vehículos, situando el parque automovilístico en 35.188.690 vehículos y se han incrementado un 23 % la expedición de permisos de conducir, situando el censo de conductores en 26.853.754.
Los datos muestran un descenso del 5 % de fallecidos en autopistas y autovías y un descenso en convencionales, donde se siguen registrando el 75 % de los fallecidos en vías interurbanas.
Un resultado alarmante es que durante 2018 se incrementaron en un 45 % los atropellos mortales en vías interurbanas, pasando de 103 a 149 los peatones fallecidos. Por otro lado, los colectivos vulnerables como peatones, ciclistas y ciclomotoristas representan el 48 % de todos los fallecidos, un 2 % más que el año anterior, lo que supone 865 usuarios vulnerables fallecidos.
Los factores concurrentes de los accidentes mortales siguen siendo las distracciones como la primera causa en un 32 %, un 1% menos que el año anterior. La velocidad el 22 %, frente al 29 % del año anterior y el alcohol/drogas con el 21 %.
La falta de inversión en infraestructuras y el abandono de carreteras secundarias muy transitadas siguen quedando fuera de los balances, y el mal estado del firme así como el deterioro de la señalización aún no se incluye como causa de siniestralidad.
Con estos datos, España tiene una tasa de 39 fallecidos por millón de habitantes, junto a Alemania, y solo por detrás de Reino Unido (28), Dinamarca (30), Irlanda (30), Suecia (32) y Países Bajos (34).
Según Pere Navarro, "es cierto que se han producido 24 fallecidos menos que el año anterior, pero son muy pocos, de ahí que tengamos que seguir implementando medidas que verdaderamente supongan un freno a la accidentalidad y esos esfuerzos hay que centrarlos en las carreteras convencionales, velocidad, distracciones y mayores".
Ya en mayo Navarro reconoció que España no cumplirá con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de reducir a la mitad para 2020 el número de muertes y lesiones causadas por accidentes de tráfico.
Hasta el 14 de julio, en lo que va de año, han fallecido 550 personas en siniestros viales en carretera, según cifras provisionales a 24 horas.